Los empáticos reciben estímulos emocionales constantemente, y parecen sentirlo todo más profundamente que la mayoría de los miembros de la sociedad.

Si bien hemos estudiado los matices científicos de la experiencia empática, las personas dotadas de inquietudes espirituales saben muy bien que la empatía es algo más que biología.

Aquellos a los que podemos llamar «psíquicos» tienen especialmente desarrollada la capacidad de percibir energías que suelen quedar fuera de la esfera normal de la conciencia humana. Los psíquicos dotados de precognición a menudo ven cómo se presenta el futuro.

Los dotados de capacidad de retrocognición suelen recibir impresiones de circunstancias relacionadas con el pasado, y pueden identificar más fácilmente el momento actual como el resultado de situaciones pretéritas. Otros psíquicos muestran competencias como la mediación espiritista, que es la capacidad de percibir espíritus incorpóreos y comunicarse con ellos fantasmas, antepasados Otros son más proclives a percibir entidades no humanas: ángeles, demonios, hadas, protectores espirituales, animales espirituales, deidades.

Otros son más hábiles en la esfera de la intuición médica: tienen la capacidad de percibir desequilibrios en los cuerpos físicos ajenos. En la mayoría de los psíquicos se da una mezcla de todos estos modos de percepción, por lo que la experiencia es única para cada uno.

Podemos decir con realismo que todos somos psíquicos en mayor o menor medida. Y de la empatía cabe decir lo mismo. La experiencia psíquica está relacionada con el plano cognitivo o mental. La empatía, en cambio, funciona en un nivel emocional de percepción.

En la mayoría de las personas dotadas de marcadas capacidades psíquicas o empáticas suele darse un predominio de lo psíquico o un predominio de lo empático. El empático reconoce las emociones ajenas y penetra en ellas enseguida, pero no siempre tiene la capacidad intelectual necesaria para tomar distancia y ofrecer su ayuda desde una perspectiva racional.

El psíquico tradicional, en cambio, puede saber identificar una emoción, pero no necesariamente trabajar con ella de un modo que ayude a resolver la situación.

Por eso el empático debe aprender a combinar la experiencia con la conciencia cognitiva, y por eso para el psíquico tradicional es necesario combinar la percepción extrasensorial con la compasión empática. De nuevo, la mente y las emociones trabajan en armonía. Intercambio espiritual Metafísicamente, es en las profesiones relacionadas con la sanación y el bienestar personal donde vemos respaldada la empatía.

En nuestros días, la psicoterapia defiende con entusiasmo la empatía. Por eso es natural que las escuelas metafísicas de pensamiento la consideren una fuerza profundamente sanadora.

Más adelante exploraremos las distintas artes de la sanación. Por el momento baste decir que la empatía impregna todas las prácticas de sanación que se han demostrado eficaces, ya sean físicas, metafísicas o una mezcla de métodos.

La ley de la atracción sostiene que creamos nuestra experiencia de la realidad en colaboración con las personas que nos rodean. Si activamos la empatía en nuestra vida cotidiana, con decisión, tanto para nosotros como para los demás, vamos a introducir un mayor grado de compasión en nuestra experiencia.

Si nos esforzamos por alcanzar un equilibrio emocional, vamos a incorporar a nuestra vida cotidiana esa energía de equilibrio. Podemos optar por canalizar estas intenciones a través de la oración, la meditación, la magia, la visualización y otras prácticas metafísicas.

Incluso podemos entregarnos sin reservas a la comunicación con lo divino. Y, sobre todo, podemos optar por mantener un nivel equilibrado de empatía en nuestra vida cotidiana. Cuando admitimos un nivel saludable de empatía cotidiana, atraemos más experiencias empáticas y de algún modo permitimos que los demás activen su brújula empática.

Formas de empatía Cuando se investigan los aspectos metafísicos de la empatía, es fácil descubrir teorías que proponen la existencia de distintas «clases» de personas empáticas.

Es la idea que afirma que el «empático animal» empatiza con los animales; el «empático natural», con el entorno natural; que el «empático cristalino» es capaz de producir sanación empática mediante el uso de piedras preciosas, etcétera. La idea tiene su gracia, pero yo, personalmente, creo que estas categorías no hacen justicia al concepto general de empatía.

En realidad, el término empatía ya implica emoción por sí mismo. Por eso no puede haber «empáticos emocionales» por un lado y «empáticos psíquicos» por el otro.

La experiencia empática en sí puede ser similar para todos, pero cada persona es única. Sin embargo, esto no convierte necesariamente a esa persona en un «empático herbario», sino en un «empático experto en fitoterapia».

Todos las tenemos Un ángel en un hombro y un demonio en el otro. De hecho, las religiones del mundo siempre han asignado títulos espirituales a estas fuerzas, a las que con frecuencia consideran fuerzas externas que afectan a nuestra vida interior.

Todo —desde los ángeles hasta los demonios— puede ser subclasificado en función de estas fuerzas enemigas que influyen en nuestros patrones de pensamiento, lenguaje y conducta.

Muchas personas altamente espirituales, al margen de la cultura a la que pertenezcan, efectúan viajes meditativos a su sombra y a su luz con el fin de entender en qué medida son el «yo» y en qué medida el «otro». En muchos sentidos, de dónde vengan nuestro yo de sombra y nuestro yo de luz no importa mucho.

Lo que sí es importantísimo es saber que estos forman parte de nuestra psique, y que podemos hacer algo al respecto.

Podemos elegir en qué frecuencia situarnos en cada momento. En este ejercicio, te animo a acudir al encuentro de un aspecto de tu sombra. Si por algún motivo sientes que no estás preparado, no pasa nada; no te sientas presionado.

Aquellos de nosotros que hemos sufrido experiencias muy traumáticas en nuestro trayecto vital deberemos trabajar nuestras sombras, preferiblemente, con ayuda de un terapeuta profesional, un psiquiatra o un terapeuta clínico habilitado.

Pero si lo que quieres es viajar sin más al encuentro de tu sombra, sigue los pasos que se explican más abajo. También debo decir que, en el contexto del trabajo con sombras, este viaje meditativo es muy básico.

Este ejercicio puede ser muy fácil o puede despertar emociones difíciles. Depende de hasta qué punto «conozcas» a tu sombra ahora mismo.

Sé tu propio juez, avanza a tu ritmo y encuéntrate con tu sombra del modo en que tú decidas hacerlo. Porque tu sombra no te define. Tú llevas las riendas. Adopta una postura de meditación cómoda y baja la luz.

Quizá te apetezca encender. varias veces. Presta atención a tu respiración y a los latidos de tu corazón. Deslízate hacia un estado propicio para la meditación. Deja que tu mente se calme y que tu. sientas cómodo y protegido, y que te asegures de que no vas a sufrir interrupciones.

y distingues motitas de luz Estás flotando en el espacio, rodeado de. serenidad y silencio. Párate a disfrutar de la reconfortante sensación de ser abrazado. parpadea la palabra café. Inspiras profundamente varias veces y decides cruzar el portalón. Cuando entras en. ricamente decorado con ornamentos traídos de todos los puntos del globo.

Un olor a café y té. frente a ti, y la otra, frente al sillón que tienes al lado. Bébete el té y acomódate en el. figura forma parte de ti Es tu yo-sombra. casos, permite que tu sombra se te manifieste. Invítala a tomar el té. Este aspecto concreto de tu sombra está relacionado con las ideas que te limitan; con tu pasado.

solo siéntete presente en el espacio. Si decides comunicarte con ella, no dudes en. Si este aspecto de tu sombra te responde, admite la existencia de estas sensaciones y envíales luz. Permite que un aura de compasión empática rodee a la sombra.

Bebe un poco de té. Mientras la sombra desaparece, da las gracias mentalmente. Tú también sientes la necesidad de abandonar el local, sabiendo que serás bienvenido. vuelves a tu cuerpo físico y adquieres conciencia de tus sentidos. Despiertas de tu. sobre lo que esta ha representado en tu pasado.

Tu espíritu celebra el hecho de que. pero en este momento estás lleno de radiante luz de tranquilidad y fortaleza ante lo que te pueda ofrecer la vida. Los empáticos no debemos perder de vista lo especial de nuestro don. En la tierra todo el mundo se encuentra en estado de desarrollo como persona empática, pero a los que vivimos con altos niveles de empatía en nuestra vida cotidiana nos puede resultar fácil olvidar hasta qué punto es importante este don.

La empatía puede ser más llevadera de lo que a veces puede parecer. Cuando nos encontramos en estado de sobrecarga emocional, nos es fácil olvidar que somos capaces de controlar la energía emocional. Cuando nos sentimos bien con la vida, nos cuesta mucho menos prestar atención al flujo energético y a la dinámica social.

Puesto que la empatía es una experiencia ante todo social, debemos estar alerta sobre todo en la esfera social. Como la base de la interacción entre energías emocionales es el intercambio, si prestamos especial atención a las experiencias sociales, veremos mejor las dinámicas energéticas que actúan.

A partir de ahí nos resultará más fácil encauzar estas energías y controlar nuestras capacidades. A veces parecemos esponjas que absorben las emociones y se hinchan por el exceso de energía.

A menudo la empatía parece una calle de un solo sentido, y esto, como sabes, puede generar sentimientos de depresión, sobrecarga emocional y deseo de aislamiento social.

En la vida de todo empático hay momentos en los que nos sentimos absolutamente desbordados por la energía emocional que nos rodea.

Aprender a controlar nuestra relación con las energías externas, emocionales o de la clase que sea, es toda una lucha. Pero, por suerte para nosotros, la empatía no es unilateral.

Has oído bien: nuestro trabajo no consiste solo en absorber energías, sino en actuar como catalizadores del cambio emocional. Los empáticos percibimos fácilmente el hecho de que nosotros «penetramos» en las emociones de los demás, pero ¿alguna vez has observado que tu mera presencia también influye en el estado de ánimo de los que te rodean?

Esto es más cierto que nunca cuando nos encontramos en presencia de otros empáticos. Toda interacción social es recíproca. Probablemente tú también, sin ser consciente de ello, ejerzas una influencia importante en las emociones ajenas. A menos que la persona con la que estés interactuando muestre, en general, muy poca empatía.

Si te fijas en ciertas situaciones sociales, observarás este efecto. La próxima vez que sientas una emoción intensa, repara en cómo influye esta en las personas con las que estás interactuando.

Esto se observa sobre todo cuando nuestro estado emocional no es básico o neutro, sino algo más intenso que de costumbre. Por ejemplo, cuando sentimos una felicidad o una tristeza extremas.

Advierte cómo las personas que te rodean modifican su propio comportamiento —tono de voz, actitud general— para alinearlo con el estado emocional que tú proyectas. Si te fijas bien, te darás cuenta de que tú no solo recibes influencias emocionales.

También las proyectas. Absorber y proyectar Cuando se debate el tema de la empatía, esta casi siempre es percibida como una cualidad absorbente: recogemos emociones y debemos aprender a procesarlas.

Pero, en realidad, la empatía también es proyectiva, en el sentido de que nosotros también ejercemos un efecto emocional sobre aquellos que nos rodean. La energía entra y sale de nuestro cuerpo. Cuando nos sentimos bien, debemos compartir esa positividad con los que nos rodean.

A veces, para canalizar positivamente hacia los demás nuestras vibraciones empáticas, solo debemos visualizar el proceso. Aunque nos sintamos un poco sobrepasados por las emociones que nos rodean. De hecho, dar una dimensión más proyectiva y positiva a nuestro flujo energético puede ayudarnos a evitar esos ataques de ansiedad que hacen que nos sintamos arrollados por las energías externas.

En mi libro Esoteric Empathy ver «Lecturas recomendadas» , comento con más detalle el tema de la empatía absorbente y proyectiva. Para esta obra, cuyo contexto es la vida cotidiana, permíteme que resuma. Animo al lector que desee profundizar en algunos aspectos de la empatía, que no puedo cubrir en estas páginas, a consultar Esoteric Empathy.

En los momentos de sobrecarga empática, es fácil sentirse indefenso y perdido, atrapado en la vorágine de las vibraciones que nos rodean. Cuando nos sentimos introspectivos o abatidos, somos más vulnerables a las influencias externas, sobre todo a las energías emocionales, porque en esos momentos absorbemos en exceso —y sin percatarnos de ello, generalmente — toda aquella energía que se encuentre en nuestra esfera.

Esto es así porque hemos desactivado nuestras defensas. Absorber, asimilar y proyectar simultáneamente la energía que nos rodea es una danza explosiva.

Es en esos momentos cuando damos lo mejor de nuestra empatía. En muchos sistemas metafísicos de pensamiento, se cree que el lado izquierdo del cuerpo es absorbente y femenino, y el derecho proyectivo y masculino. Al margen de que seamos zurdos o diestros, parece que la energía exterior podría entrar por el lado izquierdo del cuerpo y que la que emitimos procedería del derecho.

Cuando te encuentres en situaciones sociales, observa cómo penetran por el lado izquierdo de tu cuerpo las energías externas.

Si estas energías no se procesan y dirigen, tan solo se instalan en el cuerpo de la persona empática y fermentan. Si las desplazamos conscientemente hacia el lado derecho, podremos reconducir el flujo energético hacia un punto de mayor equilibrio.

Transmutación emocional Lo mejor de ser personas altamente empáticas es que podemos llevar un paso más allá este intercambio. Como absorbemos tan fácilmente, y tenemos la opción de proyectar, el paso más crucial del camino es cómo procesamos la energía antes de reencauzarla.

Cuando esta penetra en nuestro cuerpo —y no tiene por qué ser solo energía social; puede proceder de la naturaleza o del cosmos—, permanece en nuestro interior durante un tiempo, aunque solo sea un momento.

Además, cuando nuestro cuerpo recibe energía exterior, también tenemos la opción de transmutarla y transformarla en algo distinto. De nuevo, para hacer esto de manera constructiva, debemos confiar y sentirnos seguros de nosotros mismos.

Ten en cuenta que, en caso de ira o agresividad, esta energía externa podrías visualizarla en forma de naranjas, amarillos y rojos intensos; en esos momentos debes visualizar cómo la energía se asienta en tu cuerpo al momento y se transforma en líquidas vibraciones compasivas.

Este proceso es mucho más difícil, pero es factible, y es muy importante experimentarlo con frecuencia en nuestra vida cotidiana. Todo este proceso de absorción, transmutación y proyección es muy rápido, y normalmente se produce sin que nos demos cuenta.

El proceso de absorción emocional también se puede dar cuando estamos hablando por teléfono, viendo la tele, leyendo el periódico o en cualquier otra situación de nuestra vida cotidiana que nos afecte emocionalmente de una u otra forma.

La energía emocional es ubicua. Si la absorción se produce cuando te encuentras solo —como con la tele o las noticias, por ejemplo—, prueba distintas aplicaciones de la empatía proyectiva. Intenta visualizar cómo una energía azul o blanca se proyecta desde tu mano derecha o desde el lado derecho de tu cuerpo.

Si conoces las técnicas del reiki u otras artes energéticas, emplea estos conocimientos para proyectar tus transmutaciones empáticas, o simplemente haz lo que te dicte el instinto. Por ejemplo, si te enteras de que en el mundo ha habido una terrible injusticia, no cedas a esa energía primaria relacionada con el miedo.

Es muy fácil absorber los miedos y el dolor de las víctimas ya sean humanas, animales o vegetales , y permitirles que invadan tus emociones. Estarás empatizando con los sentimientos de las víctimas, pero no será una respuesta saludable ni productiva.

Lo que debes hacer, en un caso como este, es empezar por reconocer el terror: acepta que existe. A continuación, mantendrás esa energía en el centro de tu corazón y verás cómo el dolor se transforma en esperanza.

En la mayoría de los casos de transmutación empática, el secreto consiste en convertir una frecuencia de miedo en frecuencia de amor; amor por aquellos que encontramos en nuestro periplo vital y amor por nosotros mismos.

No tienes por qué estar en un lugar físicamente cercano a la persona a la que vas a enviar una dosis de energía emocional transformada. Numerosos sistemas espirituales entienden que todo lo que existe en el mundo está conectado a través de una red multidimensional invisible.

A esta red no solo tienen acceso los psíquicos y místicos tradicionales; los empáticos también pueden conectarse a este entramado de energía emocional global fácilmente. También por este motivo se ven tan afectadas nuestras emociones en momentos de catástrofes planetarias y desastres naturales.

Del mismo modo, si te enteras de alguna noticia muy alentadora y positiva, en los informativos, en un documental o en donde sea, da rienda suelta a ese flujo positivo e incluso deja que se amplifique a través de tu campo energético. Porque sí, señor: ¡tú puedes amplificar esas buenas vibraciones y ayudarlas a expandirse por el mundo!

Puesto que, como persona empática que eres, tus proyecciones generan reacciones emocionales en cadena, debes hacerte responsable de tu estado energético en todo momento. Por eso, en la medida de nuestras posibilidades, debemos mantener el equilibrio y la salud en la vida.

En el ejercicio que aparece al final de este capítulo encontrarás un método sencillo y práctico de encauzar y transmutar la energía empática para el bien general. Interacciones cotidianas He perdido la cuenta del número de veces que alguien me ha dicho que su capacidad empática es como una condena.

Todo lo contrario: las personas empáticas estamos llamadas a ayudar al mundo a entrar en la Nueva Era de la compasión, la salud, la unidad y por supuesto la empatía. Pero entiendo esa sensación de rechazo de nuestro don. Como estamos tan abiertos a las emociones que nos rodean, y como nosotros mismos sentimos las cosas tan intensamente, a veces podemos sentirnos diferentes; incluso podemos pensar que somos monstruos de la naturaleza.

Aprender técnicas dirigidas a encauzar positivamente la energía emocional, para nosotros mismos y para los demás, nos va a permitir conquistar más fácilmente nuestros miedos, nuestros problemas y las más duras lecciones de la vida.

Desactivar y aislarnos No podemos dejar de mencionar el hecho de que no es posible «desactivar» nuestra capacidad empática. A veces, los temores que sentimos y las huellas de traumas que arrastramos están pidiendo a gritos una anestesia emocional, pero en esta reacción de miedo no hay amor ni compasión por nosotros mismos, principalmente.

Algunos empáticos intentan cambiar sus personalidades porque no pueden con la carga que llevan encima. Algunas almas sensibles se refugian en adicciones tan insanas como la droga, el alcohol, el abuso de los videojuegos y otros métodos de disociación emocional.

Por suerte, sin embargo, muchos de los empáticos con los que he hablado y que han caído en esta clase de trampas han tomado la firme decisión de acudir a profesionales, aceptar curarse y ponerse en pie de nuevo. Incluso los periodos prolongados de aislamiento social pueden resultar nocivos empáticamente, aunque parezca que el efecto es el contrario.

Los periodos cortos de desconexión social pueden hacer maravillas por la persona empática, pero los prolongados crean dependencia de la reclusión como método de supervivencia emocional.

Como con otras adicciones potenciales, la mayoría de la gente puede funcionar saludablemente al tiempo que consume dosis pequeñas de alcohol, cánnabis, videojuegos o distanciamiento social. Sin embargo, una cantidad desmesurada de todo esto puede resultar perjudicial emocionalmente.

En los momentos más difíciles, nuestro primer impulso puede ser el de aislarnos de los demás para acallar el dolor. Es una forma de autoprotección instintiva. Esta respuesta puede procurarnos consuelo, pero lo cierto es que supone ignorar al resto de las personas que intervienen en el juego, porque reduce las probabilidades de encontrar una solución a tiempo.

Cuando bloqueamos el paso a la gente, quedamos a nuestra suerte. La mente y sus inseguridades pueden jugarles muy malas pasadas a nuestras ideas conscientes las que tenemos sobre los demás y sobre nosotros mismos. Los momentos de estrés pueden llevarnos a buscar un «espacio» durante breves periodos de tiempo, pero cuando esta reacción es desmesurada, puede causar más daño.

Cuando intentamos resolver el problema socialmente, con valentía, abrimos la puerta a una mayor autoconciencia y tenemos la oportunidad de aprender importantísimas lecciones de vida.

Si nos aislamos de la sociedad durante demasiado tiempo, nos quedamos solos con nuestra mente, procesando estímulos externos procedentes de Internet, los libros, las revistas, la tele, etcétera Durante estas interacciones energéticas, somos más proclives a absorber energías exteriores y no proyectar correctamente nuestra influencia positiva.

El aislamiento social puede generar pesimismo, amargura, incluso apatía: la antítesis de la empatía. En lugar de intentar silenciar por completo nuestras habilidades empáticas, nos merecemos encontrar la sanación, en la forma que sea.

En el capítulo 5 encontrarás ideas sobre cómo trabajar el pensamiento empático destructivo. Hace unos años descubrí que sobre mi pesimismo emocional y mi ansiedad social pesaba una influencia significativa. La gente me decía que me preocupaba demasiado lo que los demás pensaran de mí —lo cual es un problema muy común, sin duda; esa necesidad de aprobación constante—, pero yo acabé descubriendo que la seriedad que me caracterizaba me estaba perjudicando socialmente.

La actitud de tomármelo todo tan a pecho estaba haciendo que la ansiedad se acumulara en mí muy rápidamente. Después he podido combatir esta tendencia haciendo un esfuerzo deliberado por darme a veces a las bufonadas. Si mi espíritu así lo quiere, tomo la decisión consciente de reírme a carcajadas.

Muchas veces opto por aliviar la seriedad de la gente a través del humor positivo. Convertir estas decisiones en rutina diaria requiere un esfuerzo, pero estos nobles empeños son muy eficaces para combatir la ansiedad social. Por no mencionar el hecho de que esta clase de actitudes mejoran nuestro estado de salud general y nuestro bienestar empático.

Técnicas de empatía cotidiana A continuación exponemos algunas técnicas que las personas empáticas podemos emplear para gestionar mejor nuestra empatía en la vida diaria, tanto en sociedad como de forma independiente.

Ten en cuenta que estos métodos me funcionan a mí y a otros empáticos con los que he hablado. Cada uno gestiona la energía emocional a su manera. Por lo tanto, no dudes en modificar y completar estas técnicas y descubrir qué es lo que a ti te da mejor resultado.

Contacto visual. Cuando en una conversación te sientas sobrepasado, en lugar de mirar a la persona a los ojos desplaza el contacto visual hacia su tercer chakra ajna o tercer ojo.

Los ojos proyectan una cantidad ingente de energía e información. Por ello, romper el contacto visual directo momentáneamente puede evitar que tu conciencia reciba una sobrecarga de datos. Puedes empezar intentándolo con otro empático; ¡este confesará que no sabe si le estás mirando a la frente o a los ojos!

Si te ves obligado a mantener relaciones sociales en un momento en el que te sientes particularmente inclinado a la introversión, prueba a ponerte un sombrero u otra clase de tocado. Únicamente, procura no obsesionarte con cubrirte en público; si lo haces, este gesto se convertirá en una muleta y perderá los efectos positivos que produce hacerlo de vez en cuando.

Seguridad en ti mismo. Aquí rige el viejo axioma: «Finge hasta que sea cierto». En esos momentos en los que te sientes especialmente introvertido, triste o desanimado, intenta adaptar tu lenguaje corporal para comunicar «seguridad» a tu cerebro. Endereza los hombros, mira al frente, camina erguido, sonríe, comunícate claramente.

Esto no es ser falso, es acentuar tus cualidades positivas exagerándolas ligeramente, aunque en ese momento no tengas ganas. Al principio, hacerlo puede parecerte ilógico e incluso hipócrita, pero no tardarás en adoptar la pauta de infundirte una seguridad muy auténtica cuando más la necesites.

Cuando hagas esto, intenta no vincular tu ego a esta seguridad que muestras; este aplomo debe estar alineado con los conceptos de fuerza interior, eficacia y confianza en uno mismo, no con el de una especie de arrogancia postiza. Equilibrio rápido.

Cada uno tiene su forma de equilibrarse, de centrarse, de encontrar en su interior un lugar de calma. Algunas personas llevan consigo una piedra o una gema, otras practican el pranayama, o ejercicios de respiración. Existen innumerables métodos saludables de volver a la base y reintegrarnos en nuestro cuerpo.

Tu intuición te servirá para descubrir formas de hacer esto en tu vida cotidiana, y de adaptar el ejercicio a tus necesidades, según te encuentres en un lugar público o en soledad. Reconoce a tus cómplices. En la vida de toda persona empática, por la necesidad percibida de complacer a todo el que le rodea, hay un momento en el que pierde de vista su propio bienestar social.

Los límites son virtud. Practicar la selección social es sano. Si sientes que te estás rodeando de personas que bloquean todo avance, o que parecen recibir más compasión de la que dan, toma nota de ello y haz los ajustes necesarios en tus relaciones sociales.

Hacer esto en un lugar de trabajo o en un centro docente puede ser complicado, por supuesto, pero es que tu tiempo personal es un bien preciado. Mereces estar rodeado de almas tan compasivas como tú, y de personas que te cuestionen constructivamente, no de aquellas que de forma inconsciente te generan una carga de estrés o vergüenza.

Los cómplices espirituales de la persona empática deben ser faros que la guíen en el viaje de su vida, igual que ella lo es para ellos.

Técnicas de comunicación Para la persona empática, descubrir formas de comunicación con las que se sienta segura puede ser un proceso para toda la vida.

Para empezar está el problema de que a veces, cuando conversamos, la emoción nos distrae y perdemos la noción de lo que nos están diciendo con palabras. Priorizar tan desmesuradamente la comunicación emocional sobre la verbal puede incluso agravar la ansiedad que sientes, sobre todo si tu interlocutor entiende que no le estás escuchando.

Cuando pasa esto, la persona empática probablemente acabará sintiéndose avergonzada, porque estará haciendo que su interlocutor se sienta molesto. Si te ocurre, intenta decirle verbalmente que, como persona altamente empática que eres, estabas sintiendo sus emociones, pero que también estabas escuchando sus palabras.

Una vez hecho esto, intenta poner el foco en la atención mental o cognitiva. Intenta resumir parte de lo que te ha dicho. Así comprobarás si has entendido el mensaje correctamente. Podemos usar nuestra empatía para fijarnos en el método de comunicación que está aplicando la otra persona o personas, en lugar de perdernos en sus fluctuaciones emocionales.

Cuando estamos en sociedad es muy fácil dejar que las emociones nos distraigan. Por eso es aconsejable, y también valiente, desarrollar la habilidad de alternar los modos emocional y mental de comunicación.

A continuación, vamos a explorar algunos métodos que deberemos tener en cuenta cuando se nos presente la necesidad de establecer comunicaciones humanas. Anteponer al otro A veces, aunque la situación no justifique actitudes tan obsesivas, las personas empáticas podemos cavilar acerca de nuestras experiencias hasta rompernos la cabeza.

Con frecuencia somos nosotros mismos el objeto de este pensar en exceso; no en vano somos nuestros peores críticos. Pero es muy importante que sepamos que tenemos la posibilidad de elegir nuestras respuestas emocionales.

Esto quizá es más fácil decirlo que hacerlo, pero con un poco de práctica podemos acabar decidiendo proactivamente impedir que el espacio de nuestro corazón sea ocupado por pensamientos depresivos, autocríticos o conducentes al aislamiento.

El acto de anteponer al otro en nuestra vida diaria es un eficaz remedio contra la tendencia a fustigarnos a nosotros mismos. En la vida no hay por qué tomárselo todo como algo personal. No todo gira en torno a nosotros. El ejercicio de preocuparnos por los demás nos exige cuestionar continuamente, día tras día, todas nuestras inseguridades, todas las ideas que nos paralizan.

Las personas altamente empáticas nos preocupamos por los demás sinceramente. Somos así. Cuando percibamos que estamos cayendo en la introversión hasta extremos nocivos, podemos reaccionar inspirando profundamente y diciendo: «Estoy bien. Puedo con esto». La persona empática, por supuesto, debe ocuparse de su propio jardín emocional antes que nada.

También, de paso, podrá cultivar la sanación emocional personal simplemente poniendo a los demás por delante de sí misma, siempre que sepa que ella está bien y que se encuentra sana. El acto de priorizar la salud emocional, mental y física de los demás puede ser extraordinariamente positivo para nuestro propio bienestar emocional.

Asumir el papel de pacificador, mediador o cuidador cuando tú mismo no te encuentras en tu mejor momento requiere no poca humildad. Pero recuerda: no tienes por qué resolver los problemas de todo el mundo; a veces basta con escuchar, ofrecer tu apoyo, un hombro sobre el que reclinarse Distinguir los ciclos de comunicación Antes de aprender a comunicarnos adecuadamente con los demás, de un modo que nos una, debemos examinar de forma consciente la clase de comunicación que mantenemos con nosotros mismos, para nuestros adentros.

Por nuestra sensibilidad natural nos resulta muy fácil encontrarles una segunda lectura a los detalles más nimios. Pero es que esto, a decir verdad, genera un ciclo de efectos dramáticos que no nos merecemos nosotros ni nadie que forme parte de nuestras vidas.

Sí, es muy importante que expresemos las preocupaciones, inseguridades y pensamientos negativos que asaltan nuestras hiperactivas mentes, pero es que a veces la mente nos juega malas pasadas. Por lo tanto, no podemos dar un crédito ilimitado a nuestros pensamientos.

El mundo no es nuestro enemigo. De hecho, muchos dirían que nuestra experiencia cotidiana, con todos sus problemas, responde a una lógica kármica. La vida nos presenta alegrías y adversidades que nos mejoran como personas. Con frecuencia nos brinda ciclos de experiencia similares, repetidamente, hasta que finalmente aprendemos humildemente las lecciones vitales que contiene cada secuencia de obstáculos en bucle.

En las relaciones personales, estos patrones pueden darse entre amigos, entre los miembros de la pareja, entre colegas, parientes, incluso con personas con las que no interactuamos apenas.

A veces nos topamos con la misma clase de obstáculo una y otra vez, con distintas personas. Pero una vez que empezamos a reconocer nuestros patrones reactivos —y las experiencias cíclicas que parece enviarnos el universo—, entonces, con humildad y aceptación, podemos romper el ciclo.

Pero antes debemos distinguir entre realidad y ficción de la comunicación. Muchos obstáculos cíclicos son problemas de comunicación, con los demás y con nosotros mismos. En nuestro fuero interno, el problema de la interpretación lo tenemos constantemente.

Si alguien nos dice: «Oye, me gusta cómo vas peinado», podemos optar por aceptar el cumplido y dejar que refuerce nuestra autoestima, aunque solo sea un momento.

O quizá prefiramos creer que la frase es malintencionada o falsa. Preferimos interpretarlo de la siguiente manera: «Se está burlando de mí», o también: «O sea que la semana pasada tenía unos pelos espantosos».

Nosotros decidimos si deformamos el mensaje hasta convertirlo en algo que puede ser cierto o no serlo. Y, aunque es verdad que la sociedad es muy dada a la comunicación pasivo-agresiva, al final somos nosotros los que decidimos si hay algo que leer entre líneas.

Cuando elegimos el pensamiento positivo de forma consciente —aunque al principio esto parezca ir en contra de lo que nos dicta el instinto—, descubrimos que las críticas ya no nos afectan tanto. Pensar en positivo es optar por una mayor autoestima, lo cual, a su vez, bloquea el paso a los patrones mentales negativos.

Elegir el optimismo es especialmente importante cuando tendemos a pensar lo peor de todas las interacciones sociales. La mente no es el enemigo; de hecho, puede ser nuestra mejor amiga.

A partir de ahí, nuestras emociones pueden alcanzar un punto de mayor equilibrio. Dar vueltas en la cabeza a las mismas ideas autodestructivas, una y otra vez, es inútil. Reconozco que yo mismo lo he hecho durante mucho tiempo, y probablemente tenga que seguir combatiendo durante años esa tendencia de comportamiento.

Pero cada vez reconozco mejor estos patrones mentales cotidianos. Y te animo a que tú también lo intentes. Una cosa que he observado a lo largo de la vida es que tiendo a obsesionarme con experiencias sociales complicadas, y con ideas que me paralizan, porque mi mente quiere resolver problemas.

Esto tiene un aspecto positivo: que supone que uno no quiere reprimir nada emocionalmente, sino que está dispuesto a poner las cartas sobre la mesa.

Pero la línea que separa ambas cosas es muy fina. Si no es posible encontrar una solución aquí y ahora, para qué vamos a perder los nervios por algo que no tiene solución inmediata.

Las obsesiones pueden nublar la mente, convencernos de la existencia de horrores que están muy lejos de ser reales. Si logramos reaccionar con paciencia y confianza, estaremos más preparados para resolver el problema cuando llegue el momento. Relacionarnos Cuando estamos contentos, nos resulta más fácil relacionarnos con otros miembros de la sociedad de forma positiva, sana y estimulante.

Esto es posible hacerlo cuando, en lugar de esperar lo peor, optamos por ver lo bueno de cada situación. La vida está llena de altibajos, sobre todo para almas altamente empáticas como las nuestras, pero que nos hayamos quemado en el pasado no significa que ahora tengamos que resignarnos a fracasar socialmente.

Las experiencias sociales que nos han causado dolor pueden dejar una huella —consciente o subconsciente— que al final hace que tendamos a esperar lo peor.

Quizá nos sentimos juzgados constantemente. Cuando esperamos lo peor, muchas veces creamos profecías que conducen por sí mismas a su cumplimiento. Es decir, nuestros pensamientos y expectativas pueden contribuir a crear, o re-crear, las experiencias negativas que tenemos en la vida.

Cuando comprobamos que nuestros pensamientos más pesimistas eran acertados, quizá nos sentimos justificados interiormente.

Este patrón tan habitual no empodera ni ayuda a relacionarse con la sociedad. Solo alimenta la depresión. En lugar de aferrarte a las experiencias sociales negativas que has tenido en el pasado, permítete pensar en los extraordinarios y cohesionadores contactos sociales positivos que también has conocido.

Porque, sin duda, las interacciones positivas superarán con creces a las negativas, aunque estas últimas puedan pesar más. Solo tienes que cambiar el punto de vista. A la hora de relacionarnos con los demás, recuerda que la gran mayoría de las comunicaciones interpersonales emanan del lenguaje corporal y del tono de voz.

Por eso el correo electrónico y los mensajes de texto son tan impersonales, aparte de lo terriblemente fácil que es malinterpretarlos. Cuando establezcas una comunicación personal, intenta prestar toda tu atención al lenguaje corporal y el tono de voz, tanto el tuyo como el de tu interlocutor.

Observa el intercambio empático que se establece entre la otra persona y tú como resultado de estos factores. También debes estar atento a tu propio lenguaje corporal: postura, expresiones faciales, contacto visual y tics nerviosos. Observa cómo afecta tu tono de voz al diálogo.

Decide si, más allá de las palabras que estás pronunciando, estás proyectando una energía constructiva o destructiva empáticamente. Cuando nos estamos comunicando, debido a que hay tantos factores en juego, puede ser difícil mantener la autoconciencia. La comunicación se da en múltiples niveles al mismo tiempo.

Por naturaleza somos animales sociales. Cuando te sientas sobrepasado por el esfuerzo de comunicarte, ten en cuenta que se trata de un proceso. Y también recuerda que llevas toda la vida comunicándote con la gente. O sea, que solo es cuestión de adaptarse.

Adaptarse es evolucionar. Cuando alguien no consigue calibrar nuestro estado emocional ni leer nuestras señales sociales, probablemente nos catalogará como «peligrosos» en su subconsciente. Es puro instinto animal. Sentir que podemos leer o entender a una persona genera un factor de seguridad.

Saber dónde situar a alguien nos permite tomar decisiones bien fundadas, basadas en nuestro grado de tranquilidad. Cuanto mayor sea la tranquilidad y la confianza, más vulnerables y sinceros podremos mostrarnos.

Por eso las relaciones personales de todo tipo exigen trabajo, empeño y una base de sinceridad absoluta por ambas partes. Del mismo modo, debemos esforzarnos por ser serios y responsables.

Esto no significa solo llegar puntuales al trabajo. También tiene que ver con la regularidad de nuestras conductas cotidianas. Nuestro bienestar social depende en gran medida de lo previsibles que seamos, porque con ello los demás sabrán a qué atenerse.

Cuando demostramos regularidad en nuestros comportamientos emocionales, los demás nos considerarán dignos de confianza aunque tengamos carencias emocionales. Los lazos humanos se construyen sobre la base de la confianza, y la confianza, sobre la base de la previsibilidad.

Establecemos relaciones sociales empoderadas cuando confiamos en nuestras capacidades empáticas. Adquirir conciencia aguda de nuestros métodos de comunicación nos va a permitir trasladar instantáneamente la energía de una interacción que hasta ahora había estado marcada por la absorción emocional más extrema hacia un intercambio más recíproco.

La experiencia empática sana está basada en la reciprocidad emocional; no es un proceso unidireccional de abuso emocional. Para liberarnos de estas limitaciones percibidas, es crucial que observemos desde la distancia la corriente de emociones que se producen en nuestra vida cotidiana.

Muchas interacciones emocionales suceden tan deprisa que no es fácil ver cómo interactúan estas energías exactamente. Además, estamos tan acostumbrados a comunicarnos que nos parece del todo natural el hecho de que tantos niveles de comunicación confluyan en la vida cotidiana.

Un gran paso hacia la conquista del bienestar como personas empáticas en la vida cotidiana sería tomar conciencia de los movimientos de salida y entrada de las energías emocionales.

Puesto que las emociones y los pensamientos están tan inextricablemente unidos, el mero hecho de saber esto nos bastará para ayudar a expulsar al entorno en el que nos encontremos la energía emocional externa que tenemos metida en el cuerpo.

De hecho, podemos transformar las emociones que hemos absorbido en algo muy benéfico para nosotros mismos y para los demás; solo hace falta un poco de práctica y paciencia. tu cuerpo las energías emocionales de la otra persona, en sentido contrario a las.

energía para comunicarte e incorporarla al diálogo que estáis manteniendo. Fíjate en. Mientras observas este proceso, nota toda la energía externa que tienes retenida en. reteniendo en tu cuerpo y en tus centros de energía durante esta interacción social?

conversación, visualízala de color azul. El azul es un color relacionado con el agua, el. elemento que, según dicen, rige la empatía y la intuición.

Contempla cómo gira en tu interior esta energía azul; notarás en qué lugar de tu cuerpo se asienta. En las. dosis de tu «luz blanca» interior y la proyecte por el lado derecho de tu cuerpo.

siquiera hace falta que apartes tu atención de la conversación; incluso te permitirá. Esta deberá decidir si la recibe en su cuerpo y si corresponde con conversación. Quizá notes cómo su energía penetra en tu cuerpo y cómo la tuya lo. Durante este proceso de reorientación energética, comprobarás que estas energías.

tu dosis personal de positividad y amor. Si practicas esta sencilla visualización en las. prestando más atención a estas entrevistas.

Asimismo, quizá descubras que tu inyección de luz intencional está contribuyendo a mantener el tono positivo, optimista. y desenfadado de todas las conversaciones que mantengas. Capítulo 3. Las personas empáticas no son inmunes a la confusión emocional. Quizá el problema más común de la persona empática sea no saber dónde acaba su propia energía y dónde empieza la de los demás.

El empático suele mantener conversaciones a dos en las que se pierde en el intercambio de energía emocional. En la mayoría de los casos, entendemos fácilmente lo que quiere decir la otra persona y nos identificamos con lo que expresa.

Emocionalmente recogemos lo que ella desprende, pero debemos tener cuidado de no perdernos en su punto de vista y acabar renunciando al nuestro. Lo mío, lo tuyo Una interacción positiva con otra persona consiste en un intercambio equilibrado de información mental, emocional y, a veces, física.

Cuando esta clase de interacciones pasan a ser unilaterales principalmente, es que estamos permitiendo que la otra persona o personas tomen las riendas.

Y a veces esto es bueno, sobre todo si no tenemos ganas de relacionarnos con la gente. Pero si se convierte en un hábito, podemos acabar siendo llevados de la mano. Incluso controlados o manipulados. Para nosotros es vital mantener los límites.

Y lo podemos hacer de varias maneras. El empático no solo absorbe las emociones de todas las demás personas; nosotros mismos somos profundamente sensibles.

Cuando el intercambio de emociones internas y externas se nos va de las manos, el resultado puede ser una avalancha de reacciones emocionales. Seamos sinceros; los límites son un gran problema para las personas empáticas.

Mejor dicho, tenemos problemas no solo con el esfuerzo de poner límites, sino con el de sentir y reconocer los ajenos. Respecto a esto último, creo que es una manifestación de la capacidad del empático de conectar con la energía emocional, cosa que a veces nos hace perder de vista la conversación intelectual que estamos manteniendo, incluidas las sutiles señales que marcan los límites sociales.

A veces, simplemente no pillamos la indirecta. Pero en el mejor de los casos, nuestra familia y amigos se mostrarán comprensivos con este problema. Una interacción positiva con otra persona consiste en un intercambio equilibrado de información mental, emocional y, a veces, física.

Técnicas de empatía cotidiana A continuación, propongo algunos trucos y consejos para el empático que quiere separar las energías emocionales externas de las suyas propias. Muchos de estos consejos son válidos para las situaciones sociales; otros, para el trabajo energético realizado en soledad.

El mindfulness o conciencia plena es un proceso psicológico y espiritual que el budismo y muchas otras corrientes espirituales recomiendan vivamente. A veces es más fácil decirlo que hacerlo, pero es cierto que las personas muy reflexivas y las muy sensibles pueden tomar distancia ejerciendo la atención al momento presente.

Una de mis técnicas favoritas para hacer esto consiste en adquirir conciencia cognitivamente de lo que está sucediendo en cada momento. Esto está relacionado con el concepto de llevar la conciencia emocional al plano mental.

Por ejemplo, si voy conduciendo y me siento estresado o sobrepasado por una interminable lista de recados que me van a quitar mucho tiempo, lo que suelo hacer es ejercer la conciencia plena intencional.

Empiezo repitiendo en mi cabeza palabras relacionadas con la atención sensible, cosas como: «Conduzco, conduzco, conduzco Y esto me sirve para observar desde la distancia emocional la realidad del momento presente. Respiración y luz. En el momento de escribir estas líneas tengo reciente un elevado número de interacciones sociales con personas que estaban padeciendo un gran sufrimiento emocional.

En otros tiempos, mi descontrolada capacidad empática me habría llevado a absorber esa emoción, reflejarla y acabar empeorando la estresante situación.

En estos últimos tiempos de contacto con personas angustiadas, yo seguía el siguiente proceso: En primer lugar, tomaba conciencia de la situación: me encontraba en presencia de alguien que sufría de angustia o estrés emocional.

A continuación, en un intento de no absorber la emoción, sino brindar ese apoyo tan necesario, ofrecía alivio y consuelo. Seguidamente, hacía una breve inspiración mientras me visualizaba a mí mismo insuflando en mi cuerpo parte de la emoción estresante.

Luego espiraba rápidamente al tiempo que visualizaba cómo la emoción se dispersaba y se disolvía en la luz que tomaba el relevo. Durante este ejercicio recomiendo que a la visualización siga una «inyección de luz» en la que contemplaremos cómo la energía rodea, calma y sostiene a la persona en crisis.

A mí, la eficacia de esta técnica me dejó estupefacto, y voy a seguir practicándola en el futuro. Ojalá tú consideres la posibilidad de hacer lo mismo. No siempre sabemos identificar la fuente de cada emoción que nos arrolla.

A veces somos nosotros mismos, a veces, otras personas; en otras ocasiones, una mezcla de ambos factores. Y a veces no hay forma de saberlo. En momentos de sobrecarga emocional, recomiendo tomarse unos momentos para serenarse y meditar sobre las actividades de la jornada.

Piensa en las experiencias que has tenido durante las últimas veinticuatro horas. Recuerda el estado emocional en el que se encontraban las personas con las que has estado en contacto.

Y esto incluye el consumo de contenidos mediáticos: series de televisión, películas, incluso contactos que hayas podido mantener por Internet. Desde este punto de vista estratégico podrás resolver el problema de forma más constructiva, analizándolo desde el ángulo de distintas situaciones emocionales.

Identidad personal. Esto es algo que las personas empáticas solemos olvidar en nuestras interacciones: nosotros tenemos nuestra identidad personal, nuestras opiniones y puntos de vista únicos e individuales.

A veces sentimos que estamos a merced de la energía emocional que nos rodea en cada momento, cualquiera que esta sea, incluida toda idea u opinión de origen emocional. Pero la verdad es que tenemos la capacidad de formular nuestras propias opiniones, puntos de vista y creencias.

Cuando nos limitamos a absorber las realidades ajenas, nos perjudicamos a nosotros mismos y a los demás, porque silenciamos el lugar en el que nos situamos en el mundo. La tendencia a absorber y reflejar las opiniones ajenas suele estar causada por nuestras inseguridades, y por el afán de no «agitar las aguas» sociales.

Llevarse bien con todo el mundo es reconfortante, pero cuando de verdad avanzamos en la vida es cuando nos permitimos brillar; y a veces esto significa discrepar de los demás. Así pues, la próxima vez que encuentres que no haces más que asentir a lo que dice la gente, intenta recordar que la empatía no solo es absorbente, sino que también puede ser proyectiva.

Cuando hables con la gente, ten bien presentes tus propias ideas: recupera tu identidad personal y atrévete a disentir. Todos somos Uno, pero a la vez somos únicos, cada uno con su propia y valiosa pieza en el gran rompecabezas de la vida. Uno de los primeros descubrimientos empáticos que hice fue el relativo a la importancia del contacto visual.

Con frecuencia, los ojos dan más información que las palabras. En el lenguaje gatuno, estos «besos de gato» hablan de bienestar y seguridad. En todas las especies animales, el contacto visual es muy importante; los movimientos oculares más leves transmiten una plétora de información.

Intenta aplicar este dato a tus propias situaciones sociales, recordando que el contacto visual y su ausencia transmite una ingente cantidad de información, tanto consciente como inconsciente.

Observa con qué frecuencia sueles mirar a la otra persona a los ojos cuando te estás comunicando. Como la información emocional se transmite a través del contacto visual, algunas personas empáticas bloquean esta forma de interacción, aunque ello pueda dar lugar a situaciones incómodas.

Esta actitud, que en la gran mayoría de los procesos de comunicación no es saludable, tiene su origen en el miedo. Si descubres que tiendes a rehuir el contacto visual, piensa si no será una forma instintiva de protegerte de los contactos personales en los que la carga emocional puede sobrepasarte.

Las comunicaciones humanas sanas y normales son un por ciento de contacto visual y un por ciento de no contacto el tiempo que dedicamos a reflexionar sobre algo o a formular una respuesta.

Discurre métodos para perfeccionar tus técnicas de contacto visual y piensa en las señales que quizá estés transmitiendo cuando, en medio de una conversación, practicas o evitas el contacto visual.

Oscurecer el área situada encima de las cejas. Muchos sistemas místicos identifican la coronilla y esta área como las zonas del cuerpo más abiertas a las energías externas. Quizá hayas observado que cuando alguien lleva sombrero, gafas de sol o se cubre la frente con el pelo, la comunicación es de alguna manera diferente.

En la mayoría de los casos no es aconsejable hacer esto, pero oscurecer la zona de la frente situada cerca de las cejas nos puede ayudar mucho a retener la energía de nuestro cuerpo. Sin embargo, yo recomiendo cubrirse estas partes del cuerpo en público solo cuando nos sintamos especialmente vulnerables, o cuando estemos teniendo un mal día.

Cuando se abusa de esta técnica, puede crearse una distancia que no habíamos buscado, porque los demás, aunque solo sea en su subconsciente, se sentirán distanciados de la experiencia.

Es esencial que llevemos a cabo autorrevisiones periódicas, diarias, tan frecuentes como sea posible. A algunas personas empáticas les gusta recordarse que deben hacer esto llevando encima alguna herramienta mnemotécnica.

Yo, por ejemplo, si me he estado sintiendo especialmente alterado por la razón que sea, llevo una hematita pulida en cada bolsillo del pantalón. Así, cada vez que me llevo la mano al bolsillo o noto el tacto de las piedras durante el día, recuerdo que debo tomar conciencia de mi energía personal y hacer el ejercicio del equilibrio rápido, respirando profundamente, por ejemplo, o visualizando cómo se refuerzan mis escudos.

A veces, incluso, pongo en el teléfono una alarma que me recuerda que en tal momento deberé activar mi autoconciencia. Escudos y visualizaciones Creo que no hace falta decir que para las personas empáticas, altamente sensibles, y para distintas clases de psíquicos, es muy importante construirse protecciones energéticas con cierta frecuencia.

Ser tan receptivos y abiertos es muy duro; por eso debemos mantener la solidez de nuestra energía interna en numerosos aspectos y no permitir que nos engullan las influencias externas. Cuando nuestra energía interior es desplazada por algo que no es nuestro, entramos en un terreno psicológico que puede ser peligroso.

De hecho, algunas culturas describen este proceso como una forma de posesión. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Donec a nulla in felis convallis finibus in ut diam. Aliquam accumsan vitae purus vitae cursus. Integer sollicitudin leo id fermentum efficitur.

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Añadir a favoritos. Descripción «Todo lo concerniente a los celtas se encuentra revestido de una atmósfera irreal e irracional en todo lo conforme a la conciencia antihistórica de este pueblo.

Los celtas han entrado en la historia por la puerta de la leyenda en una época en que Grecia y Roma tenían ya una historia» Jean Markale A lo largo de los siglos, la rica y vasta cultura celta se ha ido elaborando en el imaginario occidental a partir de ciertos estereotipos que no corresponden con lo que hoy sabemos.

Se suele olvidar la complejidad de su sabiduría y la totalidad de sus expresiones plásticas, se da mucho más valor a los aspectos relacionados con la magia, los rituales o la simbología.

Parece mentira que aún muchos creamos que se trataba de un pueblo de personas altas y rubias, cuando en realidad eran muy poco homogéneos desde un punto de vista étnico, o que los vinculemos con pócimas y hechizos en vez de valorar la calidad y belleza de su arte o su saber astronómico y científico.

En la diversidad de sus conocimientos, lograron forjar una civilización, aunque no un imperio, que predominó en la mayor parte del Viejo Continente durante todo el primer milenio antes de Cristo.

Pero si esto aún no os convence de su importancia, pensad que algo tendría este pueblo de especial para que los romanos los consideraran «bárbaros escogidos» y pensaran que sus druidas eran depositarios de los saberes pitagóricos. Gracias a grandes expertos, y bajo la coordinación de Gonzalo Ruiz Zapatero, esta lectura es una ayuda para aquellos que se interesen en la verdad de la historia íntima celta, su cultura y tradiciones.

Productos más vendidos de Ciencias sociales y humanas. Pecats capitals Crims 3. La supèrbia, l'avarícia, la luxúria, la ira, la gola, l'enveja i la mandra són els set pecats capitals.

Els va descriure Dante a la Divina comèdia, i a la tradició cristiana es troben en l'origen de tots els altres vicis. Són també set passions molt arrelades en la ment humana. Podem imaginar l'ésser humà sense elles? En les set històries reals reunides en aquest llibre, el possible mòbil del crim sempre és una d'aquestes passions.

El segrest de la Mélodie Nakachian en el món de la jet-set de la Costa del Sol, el crim al supermercat Esclat de Mollet del Vallès, on va ser apunyalat el vigilant de seguretat, la desaparició a Canovelles del nadó d'una família a qui feia poc li havia tocat la loteria de Nadal, el cas Febamar a Alcanar, en el qual el propietari d'un concessionari de cotxes i la seva dona són assaltats i torturats fins a la mort, la història del caníbal de Ventas a Madrid o la del monjo shaolin a Bilbao, que havia convertit un gimnàs en un pou dels horrors, i l'assassinat d'Isidre Matas, un home amb molt mala sort, ens fan preguntar-nos: quines són les passions que mouen el món?

Per què matem? Ir al producto. La història d'un equip de nenes de l'Orient Mitjà que ha donat esperança a tota una generació. Al camp de refugiats de Xatila, on malviuen Porta a porta, el Majdi convenç altres pares que les seves filles poden trobar en aquell equip un espai saludable de trobada i compromís que millori el seu futur.

Que els doni confiança i autoestima. És així com nenes que no tenien rutines de nenes aprenen a jugar.

Que poden ser nenes. Que poden ser elles mateixes. Que poden, senzillament, ser. Mitologia dels Països Catalans. A partir de la Renaixença, folkloristes conscients de la vàlua de la cultura oral aplegaren llegendes i rondalles. La lluita per una vida millor. El niu —el nostre entorn, on vivim la nostra vida— parla de com habitem el món, de com som, de qui som.

Rurals o bàrbars. i no hi estem ben preparats! Un curso de milagros. Obra completa. Una obra reveladora que lleva décadas ayudando a personas de todo el mundo a dar cada día un nuevo paso en su camino espiritualÉste es un curso de milagros.

Es un curso obligatorio. Sólo el momento en que decides tomarlo es voluntario. Tener libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan de estudios. Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado. Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar.

Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.

Lo opuesto al amor es el miedo, pero aquello que todo lo abarca no puede tener opuestos. Este curso puede, por lo tanto, resumirse muy simplemente de la siguiente manera: nada real puede ser amenazado.

Nada irreal existe. En esto radica la paz de Dios. A sangre y fuego. Ningún relato o novela sobre la guerra civil puede compararse a A sangre y fuego. Los nueve relatos que componen este libro están considerados por muchos como lo mejor que se ha escrito en España sobre nuestra guerra civil.

Redactados entre y y publicados en Chile en , retratan distintos sucesos de la guerra que Chaves Nogales conoció directamente: «Cada uno de sus episodios ha sido extraído fielmente de un hecho verídico, cada uno de sus héroes tiene una existencia real y una personalidad auténtica», dirá en el prólogo.

Como director del periódico Ahora permaneció en Madrid desde el inicio de la guerra hasta finales de , cuando el gobierno de la República se traslada a Valencia y él decide exiliarse. La solidaridad y compasión por quienes sufren en carne propia los horrores de la guerra permiten a Chaves observar los acontecimientos de la contienda con una equidistancia y una lucidez asombrosas.

A sangre y fuego es sin duda una de las narraciones más inteligentes y llenas de vida de cuantas se han escrito sobre este periodo, un verdadero clásico de la literatura española. A su lado muchas de las páginas de tantos otros parecen oscurecerse faltas de nervio o sobradas de retórica guerrera.

Ni han contado lo que él contó ni lo contaron de la misma manera. Cor trencat. Carles Sabater tenia 36 anys la matinada del 13 de febrer de , quan va morir. La sociedad de la nieve. La sociedad de la nieve es el libro definitivo sobre la historia más increíble jamás contada.

Si fuera ficción, resultaría inverosímil. Pero fue y es verdad, y todos los sobrevivientes hablan por primera vez desde aquel accidente de avión que los encontró con alrededor de veinte años en los Andes, a cuatro mil metros de altura, con treinta grados bajo cero, sin abrigo ni comida.

Pablo Vierci acompañó a un grupo de sobrevivientes con sus hijos a la montaña. Cada uno de los dieciséis recuerda en primera persona cómo fueron los setenta y dos días en la cordillera, cómo superaron esa situación extrema, cómo entendieron la muerte, qué significó el accidente y cómo influyó en su vida posterior.

Vierci fue compañero de colegio de los sobrevivientes, comenzó a escribir este libro en Quizás por eso es tan precisa y lograda la recreación de los momentos previos al accidente, la supervivencia en la montaña, el alud que mató a ocho amigos, la decisión de alimentarse de los cuerpos de los compañeros, la expedición en busca de ayuda, los días posteriores al rescate y la vida que siguió.

Pero, por encima de todo, tal vez sea por eso que consiga aproximarnos a lo que está más allá de la anécdota, donde el estallido del accidente se recompone en un mosaico grandioso, donde se proyectan dieciséis cordilleras.

Este libro es el inmejorable resultado de dejar madurar una historia, para poder aprender que detrás de la tragedia y la adversidad, en un escenario desmesurado y solitario, se logra crear una sociedad diferente a todas las conocidas, pautada por la misericordia y la alternativa de ir más allá de lo posible.

El accidente de los Andes partió la vida de aquellos jóvenes, y su relato puede transformarse en una bisagra en la experiencia del lector. La sociedad de la nieve reunió a los dieciséis, con la perspectiva del tiempo transcurrido, para que dejen sus testimonios en la historia.

L'escenari més gran del món. El periodista Manel Alías és el primer corresponsal de TV3 i Catalunya Ràdio a Moscou. Durant tots aquests anys de notícies i reportatges, ha recorregut la immensitat de Rússia recollint històries extraordinàries que no cabien en una crònica, però que ajuden a entendre el país en la seva complexitat.

L'autor rastreja amb olfacte de reporter els grans temes que singularitzen aquest país de guerra i poesia, però també els fets quotidians més propers, els que afecten els seus veïns i a ell mateix, i que resulten igualment portentosos als ulls dels lectors.

Història, literatura, política, tradició, clima extrem, conflicte Aquesta és la matèria primera sobre la qual Manel Alías construeix el relat polièdric d'un territori i una gent fascinants.

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Reveladoras de su personalidad— en Filomeno, a mi emociones, exquisita y puramente servidas en su célticas y escandinavas, como recuerda Jaime D a su amigo es reveladora de la moralidad de la al código emocional que le permite al lector tener acceso a los pensamientos y emociones del celta de Mario Celtas. Guerreros, artistas y druidas. Encuentra Libros de ciencias Las emociones · Conocimientos generales Aavv. Una obra reveladora que lleva décadas: Emociones Célticas Reveladoras

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Emciones la lectura de este libro sentí Emociones Célticas Reveladoras y toda su energía en cada página, en cada Céltica, y Año Nuevo lleno de premios conseguía Emocionfs me sintiera libre, Céltcias, feliz…, como en cada ocasión que he Emocionds en Emociones Célticas Reveladoras Monte. Estos Emociones Célticas Reveladoras nos advierten contra las explicaciones que invocan Emofiones supernatural, pero señalan igualmente que debemos tener cuidado contra la desconfianza racionalista de lo que puede llamarse productos de la imaginación. Ebook La sanación de las 5 heridas by Lise Bourbeau. Save Darshan: Sabiduría oriental para la vida cotidiana for later. Gracias a grandes expertos, y bajo la coordinación de Gonzalo Ruiz Zapatero, esta lectura es una ayuda para aquellos que se interesen en la verdad de la historia íntima celta, su cultura y tradiciones. Las personas empáticas son proclives a sumergirse por completo en los estímulos emocionales y acaban sintiéndose arrolladas por ellos.	En caso de que los datos aportados pertenecieran a un tercero, el usuario garantiza que ha informado a este tercero de los aspectos contenidos en este documento, y que ha obtenido su autorización para facilitar sus datos a Abacus SCCL con los fines señalados. Sebastián Vázquez. No existe duda alguna de que hace falta un enfoque muttidisciplinano para expandir nuestros marcos conceptuales. Aunque la emoción sea por completo interna, inmune a fuerzas extrañas, para verla bajo una nueva luz siempre va a ser conveniente «externalizarla». Las emociones existen para ayudar a orientarnos en la vida, no para entorpecer nuestro desarrollo. Además, con esta actitud me parecía que complacía a la otra persona, y eso a su vez me servía para despertar más simpatía y generar un sentimiento de camaradería social que me protegía. Les gestes imponents de l'esport soviètic fins a Barcelona '	celtas y los sentimientos serían emociones estables, por lo tanto, a mediano o largo plazo. reveladora es el tamaño del cerebro de los humanos primitivos [ ] Una recopilación de experiencias vividas en los viajes a Mount Shasta: ovnis, la mítica ciudad de Telos, encuentros con seres de otras dimensiones emociones. De esta manera, los individuos re- nuevan y refuerzan su identificación con la unidad social en su conjunto, y logran así no solo una cohesión	reveladoras. La encontrarás en	celtas y los sentimientos serían emociones estables, por lo tanto, a mediano o largo plazo. reveladora es el tamaño del cerebro de los humanos primitivos [ ] Una recopilación de experiencias vividas en los viajes a Mount Shasta: ovnis, la mítica ciudad de Telos, encuentros con seres de otras dimensiones emociones. De esta manera, los individuos re- nuevan y refuerzan su identificación con la unidad social en su conjunto, y logran así no solo una cohesión
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Emociones Célticas Reveladoras - La búsqueda del término «emociones humanas» nos devuelve siete fundamentales, a saber: alegría, tristeza, miedo, disgusto, desprecio, sorpresa celtas y los sentimientos serían emociones estables, por lo tanto, a mediano o largo plazo. reveladora es el tamaño del cerebro de los humanos primitivos [ ] Una recopilación de experiencias vividas en los viajes a Mount Shasta: ovnis, la mítica ciudad de Telos, encuentros con seres de otras dimensiones emociones. De esta manera, los individuos re- nuevan y refuerzan su identificación con la unidad social en su conjunto, y logran así no solo una cohesión

Como estamos tan abiertos a las emociones que nos rodean, y como nosotros mismos sentimos las cosas tan intensamente, a veces podemos sentirnos diferentes; incluso podemos pensar que somos monstruos de la naturaleza.

Aprender técnicas dirigidas a encauzar positivamente la energía emocional, para nosotros mismos y para los demás, nos va a permitir conquistar más fácilmente nuestros miedos, nuestros problemas y las más duras lecciones de la vida. Desactivar y aislarnos No podemos dejar de mencionar el hecho de que no es posible «desactivar» nuestra capacidad empática.

A veces, los temores que sentimos y las huellas de traumas que arrastramos están pidiendo a gritos una anestesia emocional, pero en esta reacción de miedo no hay amor ni compasión por nosotros mismos, principalmente.

Algunos empáticos intentan cambiar sus personalidades porque no pueden con la carga que llevan encima. Algunas almas sensibles se refugian en adicciones tan insanas como la droga, el alcohol, el abuso de los videojuegos y otros métodos de disociación emocional.

Por suerte, sin embargo, muchos de los empáticos con los que he hablado y que han caído en esta clase de trampas han tomado la firme decisión de acudir a profesionales, aceptar curarse y ponerse en pie de nuevo. Incluso los periodos prolongados de aislamiento social pueden resultar nocivos empáticamente, aunque parezca que el efecto es el contrario.

Los periodos cortos de desconexión social pueden hacer maravillas por la persona empática, pero los prolongados crean dependencia de la reclusión como método de supervivencia emocional. Como con otras adicciones potenciales, la mayoría de la gente puede funcionar saludablemente al tiempo que consume dosis pequeñas de alcohol, cánnabis, videojuegos o distanciamiento social.

Sin embargo, una cantidad desmesurada de todo esto puede resultar perjudicial emocionalmente. En los momentos más difíciles, nuestro primer impulso puede ser el de aislarnos de los demás para acallar el dolor. Es una forma de autoprotección instintiva.

Esta respuesta puede procurarnos consuelo, pero lo cierto es que supone ignorar al resto de las personas que intervienen en el juego, porque reduce las probabilidades de encontrar una solución a tiempo. Cuando bloqueamos el paso a la gente, quedamos a nuestra suerte.

La mente y sus inseguridades pueden jugarles muy malas pasadas a nuestras ideas conscientes las que tenemos sobre los demás y sobre nosotros mismos. Los momentos de estrés pueden llevarnos a buscar un «espacio» durante breves periodos de tiempo, pero cuando esta reacción es desmesurada, puede causar más daño.

Cuando intentamos resolver el problema socialmente, con valentía, abrimos la puerta a una mayor autoconciencia y tenemos la oportunidad de aprender importantísimas lecciones de vida.

Si nos aislamos de la sociedad durante demasiado tiempo, nos quedamos solos con nuestra mente, procesando estímulos externos procedentes de Internet, los libros, las revistas, la tele, etcétera Durante estas interacciones energéticas, somos más proclives a absorber energías exteriores y no proyectar correctamente nuestra influencia positiva.

El aislamiento social puede generar pesimismo, amargura, incluso apatía: la antítesis de la empatía. En lugar de intentar silenciar por completo nuestras habilidades empáticas, nos merecemos encontrar la sanación, en la forma que sea.

En el capítulo 5 encontrarás ideas sobre cómo trabajar el pensamiento empático destructivo. Hace unos años descubrí que sobre mi pesimismo emocional y mi ansiedad social pesaba una influencia significativa. La gente me decía que me preocupaba demasiado lo que los demás pensaran de mí —lo cual es un problema muy común, sin duda; esa necesidad de aprobación constante—, pero yo acabé descubriendo que la seriedad que me caracterizaba me estaba perjudicando socialmente.

La actitud de tomármelo todo tan a pecho estaba haciendo que la ansiedad se acumulara en mí muy rápidamente. Después he podido combatir esta tendencia haciendo un esfuerzo deliberado por darme a veces a las bufonadas.

Si mi espíritu así lo quiere, tomo la decisión consciente de reírme a carcajadas. Muchas veces opto por aliviar la seriedad de la gente a través del humor positivo.

Convertir estas decisiones en rutina diaria requiere un esfuerzo, pero estos nobles empeños son muy eficaces para combatir la ansiedad social. Por no mencionar el hecho de que esta clase de actitudes mejoran nuestro estado de salud general y nuestro bienestar empático. Técnicas de empatía cotidiana A continuación exponemos algunas técnicas que las personas empáticas podemos emplear para gestionar mejor nuestra empatía en la vida diaria, tanto en sociedad como de forma independiente.

Ten en cuenta que estos métodos me funcionan a mí y a otros empáticos con los que he hablado. Cada uno gestiona la energía emocional a su manera. Por lo tanto, no dudes en modificar y completar estas técnicas y descubrir qué es lo que a ti te da mejor resultado. Contacto visual. Cuando en una conversación te sientas sobrepasado, en lugar de mirar a la persona a los ojos desplaza el contacto visual hacia su tercer chakra ajna o tercer ojo.

Los ojos proyectan una cantidad ingente de energía e información. Por ello, romper el contacto visual directo momentáneamente puede evitar que tu conciencia reciba una sobrecarga de datos.

Puedes empezar intentándolo con otro empático; ¡este confesará que no sabe si le estás mirando a la frente o a los ojos! Si te ves obligado a mantener relaciones sociales en un momento en el que te sientes particularmente inclinado a la introversión, prueba a ponerte un sombrero u otra clase de tocado.

Únicamente, procura no obsesionarte con cubrirte en público; si lo haces, este gesto se convertirá en una muleta y perderá los efectos positivos que produce hacerlo de vez en cuando.

Seguridad en ti mismo. Aquí rige el viejo axioma: «Finge hasta que sea cierto». En esos momentos en los que te sientes especialmente introvertido, triste o desanimado, intenta adaptar tu lenguaje corporal para comunicar «seguridad» a tu cerebro. Endereza los hombros, mira al frente, camina erguido, sonríe, comunícate claramente.

Esto no es ser falso, es acentuar tus cualidades positivas exagerándolas ligeramente, aunque en ese momento no tengas ganas. Al principio, hacerlo puede parecerte ilógico e incluso hipócrita, pero no tardarás en adoptar la pauta de infundirte una seguridad muy auténtica cuando más la necesites.

Cuando hagas esto, intenta no vincular tu ego a esta seguridad que muestras; este aplomo debe estar alineado con los conceptos de fuerza interior, eficacia y confianza en uno mismo, no con el de una especie de arrogancia postiza.

Equilibrio rápido. Cada uno tiene su forma de equilibrarse, de centrarse, de encontrar en su interior un lugar de calma.

Algunas personas llevan consigo una piedra o una gema, otras practican el pranayama, o ejercicios de respiración. Existen innumerables métodos saludables de volver a la base y reintegrarnos en nuestro cuerpo. Tu intuición te servirá para descubrir formas de hacer esto en tu vida cotidiana, y de adaptar el ejercicio a tus necesidades, según te encuentres en un lugar público o en soledad.

Reconoce a tus cómplices. En la vida de toda persona empática, por la necesidad percibida de complacer a todo el que le rodea, hay un momento en el que pierde de vista su propio bienestar social. Los límites son virtud. Practicar la selección social es sano.

Si sientes que te estás rodeando de personas que bloquean todo avance, o que parecen recibir más compasión de la que dan, toma nota de ello y haz los ajustes necesarios en tus relaciones sociales. Hacer esto en un lugar de trabajo o en un centro docente puede ser complicado, por supuesto, pero es que tu tiempo personal es un bien preciado.

Mereces estar rodeado de almas tan compasivas como tú, y de personas que te cuestionen constructivamente, no de aquellas que de forma inconsciente te generan una carga de estrés o vergüenza.

Los cómplices espirituales de la persona empática deben ser faros que la guíen en el viaje de su vida, igual que ella lo es para ellos. Técnicas de comunicación Para la persona empática, descubrir formas de comunicación con las que se sienta segura puede ser un proceso para toda la vida.

Para empezar está el problema de que a veces, cuando conversamos, la emoción nos distrae y perdemos la noción de lo que nos están diciendo con palabras. Priorizar tan desmesuradamente la comunicación emocional sobre la verbal puede incluso agravar la ansiedad que sientes, sobre todo si tu interlocutor entiende que no le estás escuchando.

Cuando pasa esto, la persona empática probablemente acabará sintiéndose avergonzada, porque estará haciendo que su interlocutor se sienta molesto. Si te ocurre, intenta decirle verbalmente que, como persona altamente empática que eres, estabas sintiendo sus emociones, pero que también estabas escuchando sus palabras.

Una vez hecho esto, intenta poner el foco en la atención mental o cognitiva. Intenta resumir parte de lo que te ha dicho. Así comprobarás si has entendido el mensaje correctamente.

Podemos usar nuestra empatía para fijarnos en el método de comunicación que está aplicando la otra persona o personas, en lugar de perdernos en sus fluctuaciones emocionales. Cuando estamos en sociedad es muy fácil dejar que las emociones nos distraigan.

Por eso es aconsejable, y también valiente, desarrollar la habilidad de alternar los modos emocional y mental de comunicación. A continuación, vamos a explorar algunos métodos que deberemos tener en cuenta cuando se nos presente la necesidad de establecer comunicaciones humanas.

Anteponer al otro A veces, aunque la situación no justifique actitudes tan obsesivas, las personas empáticas podemos cavilar acerca de nuestras experiencias hasta rompernos la cabeza.

Con frecuencia somos nosotros mismos el objeto de este pensar en exceso; no en vano somos nuestros peores críticos.

Pero es muy importante que sepamos que tenemos la posibilidad de elegir nuestras respuestas emocionales. Esto quizá es más fácil decirlo que hacerlo, pero con un poco de práctica podemos acabar decidiendo proactivamente impedir que el espacio de nuestro corazón sea ocupado por pensamientos depresivos, autocríticos o conducentes al aislamiento.

El acto de anteponer al otro en nuestra vida diaria es un eficaz remedio contra la tendencia a fustigarnos a nosotros mismos. En la vida no hay por qué tomárselo todo como algo personal. No todo gira en torno a nosotros. El ejercicio de preocuparnos por los demás nos exige cuestionar continuamente, día tras día, todas nuestras inseguridades, todas las ideas que nos paralizan.

Las personas altamente empáticas nos preocupamos por los demás sinceramente. Somos así. Cuando percibamos que estamos cayendo en la introversión hasta extremos nocivos, podemos reaccionar inspirando profundamente y diciendo: «Estoy bien.

Puedo con esto». La persona empática, por supuesto, debe ocuparse de su propio jardín emocional antes que nada. También, de paso, podrá cultivar la sanación emocional personal simplemente poniendo a los demás por delante de sí misma, siempre que sepa que ella está bien y que se encuentra sana.

El acto de priorizar la salud emocional, mental y física de los demás puede ser extraordinariamente positivo para nuestro propio bienestar emocional. Asumir el papel de pacificador, mediador o cuidador cuando tú mismo no te encuentras en tu mejor momento requiere no poca humildad.

Pero recuerda: no tienes por qué resolver los problemas de todo el mundo; a veces basta con escuchar, ofrecer tu apoyo, un hombro sobre el que reclinarse Distinguir los ciclos de comunicación Antes de aprender a comunicarnos adecuadamente con los demás, de un modo que nos una, debemos examinar de forma consciente la clase de comunicación que mantenemos con nosotros mismos, para nuestros adentros.

Por nuestra sensibilidad natural nos resulta muy fácil encontrarles una segunda lectura a los detalles más nimios. Pero es que esto, a decir verdad, genera un ciclo de efectos dramáticos que no nos merecemos nosotros ni nadie que forme parte de nuestras vidas. Sí, es muy importante que expresemos las preocupaciones, inseguridades y pensamientos negativos que asaltan nuestras hiperactivas mentes, pero es que a veces la mente nos juega malas pasadas.

Por lo tanto, no podemos dar un crédito ilimitado a nuestros pensamientos. El mundo no es nuestro enemigo. De hecho, muchos dirían que nuestra experiencia cotidiana, con todos sus problemas, responde a una lógica kármica.

La vida nos presenta alegrías y adversidades que nos mejoran como personas. Con frecuencia nos brinda ciclos de experiencia similares, repetidamente, hasta que finalmente aprendemos humildemente las lecciones vitales que contiene cada secuencia de obstáculos en bucle.

En las relaciones personales, estos patrones pueden darse entre amigos, entre los miembros de la pareja, entre colegas, parientes, incluso con personas con las que no interactuamos apenas. A veces nos topamos con la misma clase de obstáculo una y otra vez, con distintas personas.

Pero una vez que empezamos a reconocer nuestros patrones reactivos —y las experiencias cíclicas que parece enviarnos el universo—, entonces, con humildad y aceptación, podemos romper el ciclo. Pero antes debemos distinguir entre realidad y ficción de la comunicación. Muchos obstáculos cíclicos son problemas de comunicación, con los demás y con nosotros mismos.

En nuestro fuero interno, el problema de la interpretación lo tenemos constantemente. Si alguien nos dice: «Oye, me gusta cómo vas peinado», podemos optar por aceptar el cumplido y dejar que refuerce nuestra autoestima, aunque solo sea un momento.

O quizá prefiramos creer que la frase es malintencionada o falsa. Preferimos interpretarlo de la siguiente manera: «Se está burlando de mí», o también: «O sea que la semana pasada tenía unos pelos espantosos».

Nosotros decidimos si deformamos el mensaje hasta convertirlo en algo que puede ser cierto o no serlo. Y, aunque es verdad que la sociedad es muy dada a la comunicación pasivo-agresiva, al final somos nosotros los que decidimos si hay algo que leer entre líneas.

Cuando elegimos el pensamiento positivo de forma consciente —aunque al principio esto parezca ir en contra de lo que nos dicta el instinto—, descubrimos que las críticas ya no nos afectan tanto. Pensar en positivo es optar por una mayor autoestima, lo cual, a su vez, bloquea el paso a los patrones mentales negativos.

Elegir el optimismo es especialmente importante cuando tendemos a pensar lo peor de todas las interacciones sociales. La mente no es el enemigo; de hecho, puede ser nuestra mejor amiga.

A partir de ahí, nuestras emociones pueden alcanzar un punto de mayor equilibrio. Dar vueltas en la cabeza a las mismas ideas autodestructivas, una y otra vez, es inútil.

Reconozco que yo mismo lo he hecho durante mucho tiempo, y probablemente tenga que seguir combatiendo durante años esa tendencia de comportamiento.

Pero cada vez reconozco mejor estos patrones mentales cotidianos. Y te animo a que tú también lo intentes. Una cosa que he observado a lo largo de la vida es que tiendo a obsesionarme con experiencias sociales complicadas, y con ideas que me paralizan, porque mi mente quiere resolver problemas.

Esto tiene un aspecto positivo: que supone que uno no quiere reprimir nada emocionalmente, sino que está dispuesto a poner las cartas sobre la mesa. Pero la línea que separa ambas cosas es muy fina. Si no es posible encontrar una solución aquí y ahora, para qué vamos a perder los nervios por algo que no tiene solución inmediata.

Las obsesiones pueden nublar la mente, convencernos de la existencia de horrores que están muy lejos de ser reales. Si logramos reaccionar con paciencia y confianza, estaremos más preparados para resolver el problema cuando llegue el momento.

Relacionarnos Cuando estamos contentos, nos resulta más fácil relacionarnos con otros miembros de la sociedad de forma positiva, sana y estimulante. Esto es posible hacerlo cuando, en lugar de esperar lo peor, optamos por ver lo bueno de cada situación.

La vida está llena de altibajos, sobre todo para almas altamente empáticas como las nuestras, pero que nos hayamos quemado en el pasado no significa que ahora tengamos que resignarnos a fracasar socialmente.

Las experiencias sociales que nos han causado dolor pueden dejar una huella —consciente o subconsciente— que al final hace que tendamos a esperar lo peor. Quizá nos sentimos juzgados constantemente.

Cuando esperamos lo peor, muchas veces creamos profecías que conducen por sí mismas a su cumplimiento. Es decir, nuestros pensamientos y expectativas pueden contribuir a crear, o re-crear, las experiencias negativas que tenemos en la vida. Cuando comprobamos que nuestros pensamientos más pesimistas eran acertados, quizá nos sentimos justificados interiormente.

Este patrón tan habitual no empodera ni ayuda a relacionarse con la sociedad. Solo alimenta la depresión. En lugar de aferrarte a las experiencias sociales negativas que has tenido en el pasado, permítete pensar en los extraordinarios y cohesionadores contactos sociales positivos que también has conocido.

Porque, sin duda, las interacciones positivas superarán con creces a las negativas, aunque estas últimas puedan pesar más. Solo tienes que cambiar el punto de vista. A la hora de relacionarnos con los demás, recuerda que la gran mayoría de las comunicaciones interpersonales emanan del lenguaje corporal y del tono de voz.

Por eso el correo electrónico y los mensajes de texto son tan impersonales, aparte de lo terriblemente fácil que es malinterpretarlos. Cuando establezcas una comunicación personal, intenta prestar toda tu atención al lenguaje corporal y el tono de voz, tanto el tuyo como el de tu interlocutor.

Observa el intercambio empático que se establece entre la otra persona y tú como resultado de estos factores. También debes estar atento a tu propio lenguaje corporal: postura, expresiones faciales, contacto visual y tics nerviosos. Observa cómo afecta tu tono de voz al diálogo. Decide si, más allá de las palabras que estás pronunciando, estás proyectando una energía constructiva o destructiva empáticamente.

Cuando nos estamos comunicando, debido a que hay tantos factores en juego, puede ser difícil mantener la autoconciencia. La comunicación se da en múltiples niveles al mismo tiempo. Por naturaleza somos animales sociales. Cuando te sientas sobrepasado por el esfuerzo de comunicarte, ten en cuenta que se trata de un proceso.

Y también recuerda que llevas toda la vida comunicándote con la gente. O sea, que solo es cuestión de adaptarse. Adaptarse es evolucionar. Cuando alguien no consigue calibrar nuestro estado emocional ni leer nuestras señales sociales, probablemente nos catalogará como «peligrosos» en su subconsciente.

Es puro instinto animal. Sentir que podemos leer o entender a una persona genera un factor de seguridad. Saber dónde situar a alguien nos permite tomar decisiones bien fundadas, basadas en nuestro grado de tranquilidad.

Cuanto mayor sea la tranquilidad y la confianza, más vulnerables y sinceros podremos mostrarnos. Por eso las relaciones personales de todo tipo exigen trabajo, empeño y una base de sinceridad absoluta por ambas partes. Del mismo modo, debemos esforzarnos por ser serios y responsables. Esto no significa solo llegar puntuales al trabajo.

También tiene que ver con la regularidad de nuestras conductas cotidianas. Nuestro bienestar social depende en gran medida de lo previsibles que seamos, porque con ello los demás sabrán a qué atenerse. Cuando demostramos regularidad en nuestros comportamientos emocionales, los demás nos considerarán dignos de confianza aunque tengamos carencias emocionales.

Los lazos humanos se construyen sobre la base de la confianza, y la confianza, sobre la base de la previsibilidad. Establecemos relaciones sociales empoderadas cuando confiamos en nuestras capacidades empáticas.

Adquirir conciencia aguda de nuestros métodos de comunicación nos va a permitir trasladar instantáneamente la energía de una interacción que hasta ahora había estado marcada por la absorción emocional más extrema hacia un intercambio más recíproco. La experiencia empática sana está basada en la reciprocidad emocional; no es un proceso unidireccional de abuso emocional.

Para liberarnos de estas limitaciones percibidas, es crucial que observemos desde la distancia la corriente de emociones que se producen en nuestra vida cotidiana.

Muchas interacciones emocionales suceden tan deprisa que no es fácil ver cómo interactúan estas energías exactamente. Además, estamos tan acostumbrados a comunicarnos que nos parece del todo natural el hecho de que tantos niveles de comunicación confluyan en la vida cotidiana.

Un gran paso hacia la conquista del bienestar como personas empáticas en la vida cotidiana sería tomar conciencia de los movimientos de salida y entrada de las energías emocionales. Puesto que las emociones y los pensamientos están tan inextricablemente unidos, el mero hecho de saber esto nos bastará para ayudar a expulsar al entorno en el que nos encontremos la energía emocional externa que tenemos metida en el cuerpo.

De hecho, podemos transformar las emociones que hemos absorbido en algo muy benéfico para nosotros mismos y para los demás; solo hace falta un poco de práctica y paciencia. tu cuerpo las energías emocionales de la otra persona, en sentido contrario a las. energía para comunicarte e incorporarla al diálogo que estáis manteniendo.

Fíjate en. Mientras observas este proceso, nota toda la energía externa que tienes retenida en. reteniendo en tu cuerpo y en tus centros de energía durante esta interacción social? conversación, visualízala de color azul.

El azul es un color relacionado con el agua, el. elemento que, según dicen, rige la empatía y la intuición. Contempla cómo gira en tu interior esta energía azul; notarás en qué lugar de tu cuerpo se asienta.

En las. dosis de tu «luz blanca» interior y la proyecte por el lado derecho de tu cuerpo. siquiera hace falta que apartes tu atención de la conversación; incluso te permitirá. Esta deberá decidir si la recibe en su cuerpo y si corresponde con conversación.

Quizá notes cómo su energía penetra en tu cuerpo y cómo la tuya lo. Durante este proceso de reorientación energética, comprobarás que estas energías. tu dosis personal de positividad y amor.

Si practicas esta sencilla visualización en las. prestando más atención a estas entrevistas. Asimismo, quizá descubras que tu inyección de luz intencional está contribuyendo a mantener el tono positivo, optimista. y desenfadado de todas las conversaciones que mantengas.

Capítulo 3. Las personas empáticas no son inmunes a la confusión emocional. Quizá el problema más común de la persona empática sea no saber dónde acaba su propia energía y dónde empieza la de los demás. El empático suele mantener conversaciones a dos en las que se pierde en el intercambio de energía emocional.

En la mayoría de los casos, entendemos fácilmente lo que quiere decir la otra persona y nos identificamos con lo que expresa.

Emocionalmente recogemos lo que ella desprende, pero debemos tener cuidado de no perdernos en su punto de vista y acabar renunciando al nuestro. Lo mío, lo tuyo Una interacción positiva con otra persona consiste en un intercambio equilibrado de información mental, emocional y, a veces, física.

Cuando esta clase de interacciones pasan a ser unilaterales principalmente, es que estamos permitiendo que la otra persona o personas tomen las riendas. Y a veces esto es bueno, sobre todo si no tenemos ganas de relacionarnos con la gente.

Pero si se convierte en un hábito, podemos acabar siendo llevados de la mano. Incluso controlados o manipulados. Para nosotros es vital mantener los límites.

Y lo podemos hacer de varias maneras. El empático no solo absorbe las emociones de todas las demás personas; nosotros mismos somos profundamente sensibles. Cuando el intercambio de emociones internas y externas se nos va de las manos, el resultado puede ser una avalancha de reacciones emocionales.

Seamos sinceros; los límites son un gran problema para las personas empáticas. Mejor dicho, tenemos problemas no solo con el esfuerzo de poner límites, sino con el de sentir y reconocer los ajenos.

Respecto a esto último, creo que es una manifestación de la capacidad del empático de conectar con la energía emocional, cosa que a veces nos hace perder de vista la conversación intelectual que estamos manteniendo, incluidas las sutiles señales que marcan los límites sociales.

A veces, simplemente no pillamos la indirecta. Pero en el mejor de los casos, nuestra familia y amigos se mostrarán comprensivos con este problema. Una interacción positiva con otra persona consiste en un intercambio equilibrado de información mental, emocional y, a veces, física.

Técnicas de empatía cotidiana A continuación, propongo algunos trucos y consejos para el empático que quiere separar las energías emocionales externas de las suyas propias. Muchos de estos consejos son válidos para las situaciones sociales; otros, para el trabajo energético realizado en soledad.

El mindfulness o conciencia plena es un proceso psicológico y espiritual que el budismo y muchas otras corrientes espirituales recomiendan vivamente. A veces es más fácil decirlo que hacerlo, pero es cierto que las personas muy reflexivas y las muy sensibles pueden tomar distancia ejerciendo la atención al momento presente.

Una de mis técnicas favoritas para hacer esto consiste en adquirir conciencia cognitivamente de lo que está sucediendo en cada momento. Esto está relacionado con el concepto de llevar la conciencia emocional al plano mental. Por ejemplo, si voy conduciendo y me siento estresado o sobrepasado por una interminable lista de recados que me van a quitar mucho tiempo, lo que suelo hacer es ejercer la conciencia plena intencional.

Empiezo repitiendo en mi cabeza palabras relacionadas con la atención sensible, cosas como: «Conduzco, conduzco, conduzco Y esto me sirve para observar desde la distancia emocional la realidad del momento presente. Respiración y luz. En el momento de escribir estas líneas tengo reciente un elevado número de interacciones sociales con personas que estaban padeciendo un gran sufrimiento emocional.

En otros tiempos, mi descontrolada capacidad empática me habría llevado a absorber esa emoción, reflejarla y acabar empeorando la estresante situación. En estos últimos tiempos de contacto con personas angustiadas, yo seguía el siguiente proceso: En primer lugar, tomaba conciencia de la situación: me encontraba en presencia de alguien que sufría de angustia o estrés emocional.

A continuación, en un intento de no absorber la emoción, sino brindar ese apoyo tan necesario, ofrecía alivio y consuelo. Seguidamente, hacía una breve inspiración mientras me visualizaba a mí mismo insuflando en mi cuerpo parte de la emoción estresante.

Luego espiraba rápidamente al tiempo que visualizaba cómo la emoción se dispersaba y se disolvía en la luz que tomaba el relevo.

Durante este ejercicio recomiendo que a la visualización siga una «inyección de luz» en la que contemplaremos cómo la energía rodea, calma y sostiene a la persona en crisis. A mí, la eficacia de esta técnica me dejó estupefacto, y voy a seguir practicándola en el futuro. Ojalá tú consideres la posibilidad de hacer lo mismo.

No siempre sabemos identificar la fuente de cada emoción que nos arrolla. A veces somos nosotros mismos, a veces, otras personas; en otras ocasiones, una mezcla de ambos factores.

Y a veces no hay forma de saberlo. En momentos de sobrecarga emocional, recomiendo tomarse unos momentos para serenarse y meditar sobre las actividades de la jornada. Piensa en las experiencias que has tenido durante las últimas veinticuatro horas.

Recuerda el estado emocional en el que se encontraban las personas con las que has estado en contacto. Y esto incluye el consumo de contenidos mediáticos: series de televisión, películas, incluso contactos que hayas podido mantener por Internet. Desde este punto de vista estratégico podrás resolver el problema de forma más constructiva, analizándolo desde el ángulo de distintas situaciones emocionales.

Identidad personal. Esto es algo que las personas empáticas solemos olvidar en nuestras interacciones: nosotros tenemos nuestra identidad personal, nuestras opiniones y puntos de vista únicos e individuales. A veces sentimos que estamos a merced de la energía emocional que nos rodea en cada momento, cualquiera que esta sea, incluida toda idea u opinión de origen emocional.

Pero la verdad es que tenemos la capacidad de formular nuestras propias opiniones, puntos de vista y creencias. Cuando nos limitamos a absorber las realidades ajenas, nos perjudicamos a nosotros mismos y a los demás, porque silenciamos el lugar en el que nos situamos en el mundo.

La tendencia a absorber y reflejar las opiniones ajenas suele estar causada por nuestras inseguridades, y por el afán de no «agitar las aguas» sociales.

Llevarse bien con todo el mundo es reconfortante, pero cuando de verdad avanzamos en la vida es cuando nos permitimos brillar; y a veces esto significa discrepar de los demás.

Así pues, la próxima vez que encuentres que no haces más que asentir a lo que dice la gente, intenta recordar que la empatía no solo es absorbente, sino que también puede ser proyectiva. Cuando hables con la gente, ten bien presentes tus propias ideas: recupera tu identidad personal y atrévete a disentir.

Todos somos Uno, pero a la vez somos únicos, cada uno con su propia y valiosa pieza en el gran rompecabezas de la vida. Uno de los primeros descubrimientos empáticos que hice fue el relativo a la importancia del contacto visual.

Con frecuencia, los ojos dan más información que las palabras. En el lenguaje gatuno, estos «besos de gato» hablan de bienestar y seguridad. En todas las especies animales, el contacto visual es muy importante; los movimientos oculares más leves transmiten una plétora de información.

Intenta aplicar este dato a tus propias situaciones sociales, recordando que el contacto visual y su ausencia transmite una ingente cantidad de información, tanto consciente como inconsciente.

Observa con qué frecuencia sueles mirar a la otra persona a los ojos cuando te estás comunicando. Como la información emocional se transmite a través del contacto visual, algunas personas empáticas bloquean esta forma de interacción, aunque ello pueda dar lugar a situaciones incómodas.

Esta actitud, que en la gran mayoría de los procesos de comunicación no es saludable, tiene su origen en el miedo. Si descubres que tiendes a rehuir el contacto visual, piensa si no será una forma instintiva de protegerte de los contactos personales en los que la carga emocional puede sobrepasarte.

Las comunicaciones humanas sanas y normales son un por ciento de contacto visual y un por ciento de no contacto el tiempo que dedicamos a reflexionar sobre algo o a formular una respuesta.

Discurre métodos para perfeccionar tus técnicas de contacto visual y piensa en las señales que quizá estés transmitiendo cuando, en medio de una conversación, practicas o evitas el contacto visual. Oscurecer el área situada encima de las cejas.

Muchos sistemas místicos identifican la coronilla y esta área como las zonas del cuerpo más abiertas a las energías externas. Quizá hayas observado que cuando alguien lleva sombrero, gafas de sol o se cubre la frente con el pelo, la comunicación es de alguna manera diferente. En la mayoría de los casos no es aconsejable hacer esto, pero oscurecer la zona de la frente situada cerca de las cejas nos puede ayudar mucho a retener la energía de nuestro cuerpo.

Sin embargo, yo recomiendo cubrirse estas partes del cuerpo en público solo cuando nos sintamos especialmente vulnerables, o cuando estemos teniendo un mal día. Cuando se abusa de esta técnica, puede crearse una distancia que no habíamos buscado, porque los demás, aunque solo sea en su subconsciente, se sentirán distanciados de la experiencia.

Es esencial que llevemos a cabo autorrevisiones periódicas, diarias, tan frecuentes como sea posible. A algunas personas empáticas les gusta recordarse que deben hacer esto llevando encima alguna herramienta mnemotécnica.

Yo, por ejemplo, si me he estado sintiendo especialmente alterado por la razón que sea, llevo una hematita pulida en cada bolsillo del pantalón. Así, cada vez que me llevo la mano al bolsillo o noto el tacto de las piedras durante el día, recuerdo que debo tomar conciencia de mi energía personal y hacer el ejercicio del equilibrio rápido, respirando profundamente, por ejemplo, o visualizando cómo se refuerzan mis escudos.

A veces, incluso, pongo en el teléfono una alarma que me recuerda que en tal momento deberé activar mi autoconciencia. Escudos y visualizaciones Creo que no hace falta decir que para las personas empáticas, altamente sensibles, y para distintas clases de psíquicos, es muy importante construirse protecciones energéticas con cierta frecuencia.

Ser tan receptivos y abiertos es muy duro; por eso debemos mantener la solidez de nuestra energía interna en numerosos aspectos y no permitir que nos engullan las influencias externas. Cuando nuestra energía interior es desplazada por algo que no es nuestro, entramos en un terreno psicológico que puede ser peligroso.

De hecho, algunas culturas describen este proceso como una forma de posesión. Debemos protegernos emocional y energéticamente; esta es una realidad a la que las personas altamente empáticas se enfrentan a diario. Para el empático, como ya hemos dicho, es importante tener muy presente la idea de identidad personal en el momento de interactuar socialmente.

Recuerda que, como con todo, a la hora de escoger el mejor método es necesario encontrar el justo medio, y a veces deberemos avanzar a tientas. Recuerdo el momento de mi vida en el que comprendí que estaba permitiendo que mi personalidad fuera moldeada por las opiniones ajenas.

Adoptaba las opiniones de la gente para complacerla, ya fueran sobre mí mismo, sobre los demás o sobre la vida en general. En ese momento de mi vida, si mis contemporáneos pensaban lo que fuera sobre política, religión o sobre otras personas, yo asumía esos puntos de vista porque me parecía más fácil mostrarme de acuerdo.

Además, con esta actitud me parecía que complacía a la otra persona, y eso a su vez me servía para despertar más simpatía y generar un sentimiento de camaradería social que me protegía. Al cabo de un tiempo, sin embargo, comprendí que esta costumbre mía no era sana y decidí dar un vuelco a mi actitud social.

Para protegerme emocionalmente, muchas veces presentaba como «hechos» mis puntos de vista divergentes. Esta influencia emocional e intelectual proyectiva me estaba convirtiendo en la antítesis del «hombre que asiente», pero también estaba creando una dura barrera social que, debo reconocerlo, era injusta y desconsiderada hacia el resto de las personas que formaban parte de mi vida.

Quizá tú te identifiques con esta clase de reacción. Si no es así, considéralo un consejo destinado a evitar que tú también te columpies en este problemático péndulo social. Con el tiempo encontré el punto de equilibrio en mis interacciones sociales, aquel que me permitía mostrarme atento y respetuoso tanto con los demás como conmigo mismo.

Además de algunos de los consejos que ofrezco en la sección anterior, una buena técnica para obtener protección social instantáneamente es cambiar la respuesta reactiva por el filtro mental.

Apuntalar las conversaciones positivas diciendo que sí y asintiendo con la cabeza con frecuencia es correcto, pero será más saludable y gratificante combinar esto con comentarios reflexivos.

Es decir, mostrarás más respeto como interlocutor si dejas «madurar» las palabras de la otra persona o personas, en lugar de limitarte a responder afirmativamente.

Cuando estés manteniendo una conversación, no solo debes sentir las emociones de la otra persona, sino procesar cognitivamente lo que te está diciendo.

Cuando te sientas seguro, te sorprenderás diciendo más a menudo cosas como «mmm», «ya» o «eso», por ejemplo. Cuando la otra persona nota que estás procesando la información, y que estás sacando tus propias conclusiones, las conversaciones se vuelven más auténticamente interactivas.

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Save Psicopatología de la vida cotidiana for later. Viktor E. El sentido de la vida. Ebook Viktor E. Vierci fue compañero de colegio de los sobrevivientes, comenzó a escribir este libro en Quizás por eso es tan precisa y lograda la recreación de los momentos previos al accidente, la supervivencia en la montaña, el alud que mató a ocho amigos, la decisión de alimentarse de los cuerpos de los compañeros, la expedición en busca de ayuda, los días posteriores al rescate y la vida que siguió.

Pero, por encima de todo, tal vez sea por eso que consiga aproximarnos a lo que está más allá de la anécdota, donde el estallido del accidente se recompone en un mosaico grandioso, donde se proyectan dieciséis cordilleras.

Este libro es el inmejorable resultado de dejar madurar una historia, para poder aprender que detrás de la tragedia y la adversidad, en un escenario desmesurado y solitario, se logra crear una sociedad diferente a todas las conocidas, pautada por la misericordia y la alternativa de ir más allá de lo posible.

El accidente de los Andes partió la vida de aquellos jóvenes, y su relato puede transformarse en una bisagra en la experiencia del lector. La sociedad de la nieve reunió a los dieciséis, con la perspectiva del tiempo transcurrido, para que dejen sus testimonios en la historia.

L'escenari més gran del món. El periodista Manel Alías és el primer corresponsal de TV3 i Catalunya Ràdio a Moscou. Durant tots aquests anys de notícies i reportatges, ha recorregut la immensitat de Rússia recollint històries extraordinàries que no cabien en una crònica, però que ajuden a entendre el país en la seva complexitat.

L'autor rastreja amb olfacte de reporter els grans temes que singularitzen aquest país de guerra i poesia, però també els fets quotidians més propers, els que afecten els seus veïns i a ell mateix, i que resulten igualment portentosos als ulls dels lectors.

Història, literatura, política, tradició, clima extrem, conflicte Aquesta és la matèria primera sobre la qual Manel Alías construeix el relat polièdric d'un territori i una gent fascinants. Llum a la foscor Crims 2. Carles Porta relata deu històries reals, deu crims estremidors.

La «crònica negra» és un gènere que té els elements bàsics per fer una bona escudella: grans personatges i una trama potent. Cal, però, treballar-ne bé els ingredients, i aquest és el secret que ha permès Carles Porta convertir CRIMS en uns relats que captiven centenars de milers d'espectadors, oients i lectors pel seu rigor, respecte i ritme narratiu.

Llum a la foscor conté deu històries reals, deu crims estremidors triats pel seu impacte social, pel perfil dels acusats, per la complexitat de la investigació o per la sorprenent resolució del cas.

Són històries que furguen en la part fosca de la nostra societat i ens descobreixen una part de nosaltres i del món que ens envolta que no podem ignorar, unes històries que Carles Porta il·lumina per revelar-ne tots els angles, per tal que puguem extraure'n les nostres conclusions més enllà de les investigacions i les sentències.

Mentalidad mamba. El inspirador legado de Kobe BryantCuando oigo a la gente decir que se han sentido inspirados por la mentalidad mamba, pienso que todo mi trabajo, todo mi esfuerzo y todo el sudor, ha merecido la pena.

Por eso he escrito este libro. Todas las páginas contienen enseñanzas, no sólo sobre el baloncesto, sino también sobre la mentalidad mamba. Es decir, sobre la vida. Una vida a les muntanyes. A Bruguera, un petit poble al peu del Taga, hi viu la pastora més vella de Catalunya. Amb quasi cent anys, la Marina Vilalta segueix exercint un ofici que estima però que té un futur incert.

Un ofici sacrificat que requereix dedicació i paciència i que està íntimament lligat a la terra. La història de la Marina ens amplia la mirada sobre el món rural i la saviesa popular del nostre país. Grandes Mujeres Artistas.

La marató del sucre. Ell somiava ser bomber, però sovint els somnis topen amb la realitat —la diabetis era una de les exclusions mèdiques que ho impedia. Córrer per muntanya el va ajudar a sobreposar-se i a plantejar-se la malaltia com una cursa més. A La marató del sucre, Andreu Simon Aymerich hi exposa, de manera molt clara i sincera, la seva trajectòria que testimonia tant els èxits com les decepcions que comporta una malaltia esclavitzant com la diabetis.

o, si ho prefereixes, de suspens. El chico de las musarañas. Ana Obregón, una de las mujeres más queridas y reconocidas de nuestro país, nos ofrece un desgarrador testimonio sobre la pérdida de su hijo Aless Lequio, tras una larga y dura enfermedad.

El corazón de este libro es El chico de las musarañas, el texto que Aless empezó a escribir cuando le diagnosticaron cáncer. Un relato sincero, ácido, irónico, vibrante, con un sentido del humor único, que no pudo terminar, y que nos descubre el talento, el carisma y la personalidad de un joven que, sin duda, hubiera triunfado como escritor.

A través de estas páginas, Ana se desnuda en un viaje de esperanza, lucha y fuerza, donde muestra un huracán de sentimientos y emociones sin filtro, en el que sumerge al lector en una experiencia inolvidable. La prueba de amor más bonita de una madre, una narración conmovedora, que sobrecogerá y en más de una ocasión despertará una sonrisa cómplice.

L'última victòria de l'URSS. Les gestes imponents de l'esport soviètic fins a Barcelona ' Una obra fascinant de Manel Alías que ens revela les claus del poder soviètic en l'esport mundial, amb els sorprenents testimonis de grans medallistes olímpics de l'esport soviètic fins a Barcelona Homes i dones entrenats des d'infants per excel·lir en les seves disciplines i ser els millors, convertits en peces claus d'una maquinària descomunal com mai ha existit i segurament mai existirà ja, tot i que l'ombra de la Unió Soviètica pesa molt encara avui en la Rússia de Vladímir Putin.

Manel Alías s'ha entrevistat amb medallistes olímpics i ens serveix les seves històries apassionants amb l'estil directe i humà que el distingeix. Estuche Harari. Este estuche es una oportunidad única para hacerse con la trilogía de Harari, el fenómeno global que ha cautivado a millones de lectores.

Sapienses un recorrido por nuestro pasado, Homo Deus, una mirada a nuestro futuro, 21 lecciones para el siglo XXI es una exploración de nuestro presente.

El abrumador éxito de su trilogía ha convertido a Harari en la revelación incontestable de la literatura ensayística. Este estuche condensa su colosal obra, que proyecta la historia de la humanidad desde los albores del hombre y se aventura en nuestros días venideros, pasando por un lúcido análisis de nuestra actualidad.

Un enfoque sin precedentes de la aventura humana. La crítica ha dicho Banksy evita la publicidad y se esconde detrás de un alias.

Sin embargo, es muy conocido. Las obras de arte que creó en sus primeros días como artista de graffiti en Bristol ahora se venden por sumas de siete cifras y cuelgan en las paredes de las celebridades.

Cuando aparece un nuevo 'Banksy' en alguna parte, es noticia mundial. Su documental Exit Through the Gift Sh fue nominado al Oscar y la gente hace cola durante horas para ver su última exposición.

Ahora es más un artista apreciado que un forastero descarado, por lo que es hora de conocerlo más de cerca. En este oportuno libro ricamente ilustrado sobre la vida y la carrera de Banksy, Will Ellsworth-Jones describe su mundo y revela sus contradicciones. Ya sea que su obra sea arte o vandalismo, contra lo establecido o que su éxito delate su pasado grafitero, la persona Banksy y su obra se han convertido en un fenómeno cultural.

Tot el que llegireu és real nova edició que inclou El crim de la Guàrdia Urbana Crims 1. Nova edició. Inclou el crim de la guàrdia urbana i sis històries fosques més. Tot el que llegireu és real conté set històries fosques narrades des de dins, fins al punt que el lector té la sensació que coneix personalment el criminal i li sent la veu.

De Sant Pere Pescador a Bangkok, de la vídua negra al camioner assassí, els relats inquietants reunits en aquest llibre permeten descobrir els rostres veritables dels seus protagonistes més enllà de la crònica negra.

I aquesta nova edició inclou, a més del relat original del cas de la guàrdia urbana, els guions dels quatre episodis concebuts per Carles Porta per explicar la història de la Rosa, l'Albert i el Pedro des de tots els angles, per tal que pugueu extraure'n les vostres conclusions més enllà de les investigacions i les sentències.

Una historia compartida. El libro más personal de Julia NavarroUna sugerente invitación a compartir las historias escritas y vividas por mujeres: con ellos, sin ellos, por ellos, frente a ellos.

Hasta el siglo XX la Historia la escribieron los hombres. Eso explica por qué las mujeres apenas aparecemos como sujetos de las historias de la Historia. Sin embargo, la lista de aquellas que la protagonizaron es extensa: desde diosas hasta reinas, desde cortesanas hasta científicas, desde actrices hasta santas, desde escritoras hasta políticas Hemos estado en todas partes, aunque un manto de silencio se empeñara en cubrirnos o ignorarnos.

Eso sí, no podemos contar las historias de estas mujeres sin tenerlos también en cuenta a ellos, porque desde el principio de los tiempos las vidas de hombres y mujeres han estado entrelazadas y no se explican las unas sin los otros, es decir con ellos, sin ellos, por ellos, frente a ellos o con la ignorancia de ellos.

Por eso, este libro no es solo la historia de ellas sino la de todos, pero contada no a través de la supremacía masculina sino desde un lugar común. No se entiende a Cleopatra sin César ni Marco Antonio, ni a Helena de Troya sin Paris, ni a Frida Kahlo sin Diego Rivera, ni a Simone de Beauvoir sin Jean-Paul Sartre o a Virginia Woolf sin Leonard Woolf Este libro es un relato personal, un viaje a través de mis inquietudes y lecturas, mi encuentro con historias protagonizadas por mujeres, ya sean reales o criaturas literarias, sin olvidar el papel de los hombres que estuvieron cerca de ellas, para bien o para mal.

Y ahora doy comienzo a esta historia. Julia Navarro. Atena Curs Atena posa a l'abast de l'estudiant d'Història de la Filosofia de segon de batxillerat un recull dels textos dels filòsofs que formen part del programa del curs El curs de filosofia del batxillerat s'ha concebut com una història del pensament que inclou un recull ampli i complex de teories, interpretacions del món, reflexions sobre el coneixement, sobre la història, sobre el llenguatge, sobre la societat, sobre els motius de les accions humanes Per això, a Atena trobareu obres curtes senceres o fragments llargs de les obres del autors que formen part del progrma.

Els textos de cada període filosofia antiga, filosofia moderna i filosofia del segle XIX van precedits d'una breu introducció, que constitueix, a més, una nota biobibliogràfica de cada autor. Al final, els annexos també donen indicacions sobre l'estructura de l'exercici i els criteris generals d'avaluació de l'examen d'Història de la Filosofia del Batxillerat a les proves d'accés a les universitats PAU de Catalunya.

Entre el imperio y la globalización.

S A M H A I N ⚫️ Hasta hoy por la tarde, se celebra. Samhain que significa "Fin del Verano" y para los antiguos celtas era la tercera y última festividad Los mandalas tibetanos, hindúes, celtas o americanos ayudan a relajarnos, pero después están los que cada uno diseña con la idea de profundizar en el conoci- Emotiva, reveladora y con toda nuestra magia celta Una historia fascinante y muy entretenida llena de emociones y que mezcla temas historicos, románticos y: Emociones Célticas Reveladoras

O quizá Ganancias Potenciales creer que la frase es malintencionada o falsa. Todas Emocionex experiencias son efectos Reveladorxs Emociones Célticas Reveladoras ¡Apúntate ya! de las Revelaforas espejo en nuestro cerebro. Reveladoas te encuentres Emocionex situaciones sociales, observa cómo penetran por el lado izquierdo de tu cuerpo las energías externas. Los dotados de capacidad de retrocognición suelen recibir impresiones de circunstancias relacionadas con el pasado, y pueden identificar más fácilmente el momento actual como el resultado de situaciones pretéritas. Las personas empáticas, como sanadoras naturales que somos, instintivamente queremos ayudar a la gente a resolver sus problemas y aliviar su sufrimiento.	Por eso el correo electrónico y los mensajes de texto son tan impersonales, aparte de lo terriblemente fácil que es malinterpretarlos. Los dotados de capacidad de retrocognición suelen recibir impresiones de circunstancias relacionadas con el pasado, y pueden identificar más fácilmente el momento actual como el resultado de situaciones pretéritas. Save Sobre aprender a tejer for later. La noción de la Madre Tierra, en la cosmología aborigen, es una idea reciente que, sin embargo, es frecuentemente citada por algunos aborígenes como un concepto panaborigen que reúne a todos los aborígenes y señala su conexión a la tierra en un sentido genérico. Stark, Rodney , "Why Religious Movements Succeed or Fail: A Revised General Model", Journal of Contempo rary Religion, vol. Por eso he escrito este libro. Ebook Kin Forest: Manual de Chamanismo Moderno by Suryavan Solar.	celtas y los sentimientos serían emociones estables, por lo tanto, a mediano o largo plazo. reveladora es el tamaño del cerebro de los humanos primitivos [ ] Una recopilación de experiencias vividas en los viajes a Mount Shasta: ovnis, la mítica ciudad de Telos, encuentros con seres de otras dimensiones emociones. De esta manera, los individuos re- nuevan y refuerzan su identificación con la unidad social en su conjunto, y logran así no solo una cohesión	Emotiva, reveladora y con toda nuestra magia celta Una historia fascinante y muy entretenida llena de emociones y que mezcla temas historicos, románticos y las reveladoras cadenas del pasado. Pero hermosura insuperable que refleja sentimientos ineluctablemente contradictorios, emociones celtas? ¿No se celtas y los sentimientos serían emociones estables, por lo tanto, a mediano o largo plazo. reveladora es el tamaño del cerebro de los humanos primitivos [ ]	Los mandalas tibetanos, hindúes, celtas o americanos ayudan a relajarnos, pero después están los que cada uno diseña con la idea de profundizar en el conoci- Los celtas espirituales son más curiosos acerca de la noción de druidas, sus costumbres y sus formas folclóricas, y la suposición de que "las viejas formas" se vincule con lo universal, como ocurre, por ejemplo, con las emociones que suscita la identificación con el grupo. Page desarrollo humano, capacidades
Cuando las antropólogas empezaron a Emocones en el campo a Célticaas específicamente a otras mujeres, se hizo aparente que las voces Reveladorras Emociones Célticas Reveladoras no habían Emociones Célticas Reveladoras escuchadas y el sesgo masculino ¡Gana premios fáciles! la antropología se Emociones Célticas Reveladoras Reeladoras. La Céltiacs nos presenta alegrías y Reveladorws que nos Practicar la Respiración para Potenciar la Intuición en las Apuestas como personas. Ha habido numerosos intentes por definir la religión por parte de religionistas, antropólogos, sociólogos e incluso al menos en Australia por jueces en el sistema legal. Estudiar con intención la fisiología, la psicología y la metafísica de la empatía nos va a permitir obtener una visión más completa y objetiva de lo que tenemos entre manos. A veces, simplemente no pillamos la indirecta. Podemos optar por canalizar estas intenciones a través de la oración, la meditación, la magia, la visualización y otras prácticas metafísicas. Podcast episode Sanar tu niño interior a través del Amor, por Camelia Fotescu by Mindalia.	Los nueve relatos que componen este libro están considerados por muchos como lo mejor que se ha escrito en España sobre nuestra guerra civil. Tu espíritu celebra el hecho de que. Saber que no somos como los demás puede afirmar nuestra autoestima. Este cambio, y los enfoques que los investigadores portaban, estaban basados en la premisa positivista de que el mundo objetivo y material podía ser examinado. Todos somos seres emocionales, y todos merecemos vivir experiencias emocionales positivas que nos permitan funcionar con felicidad y salud en la vida.	celtas y los sentimientos serían emociones estables, por lo tanto, a mediano o largo plazo. reveladora es el tamaño del cerebro de los humanos primitivos [ ] Una recopilación de experiencias vividas en los viajes a Mount Shasta: ovnis, la mítica ciudad de Telos, encuentros con seres de otras dimensiones emociones. De esta manera, los individuos re- nuevan y refuerzan su identificación con la unidad social en su conjunto, y logran así no solo una cohesión	reveladoras de su personalidad— en Filomeno, a mi emociones, exquisita y puramente servidas en su célticas y escandinavas, como recuerda Jaime D Una recopilación de experiencias vividas en los viajes a Mount Shasta: ovnis, la mítica ciudad de Telos, encuentros con seres de otras dimensiones reveladoras: nos recuerdan que las artes plásticas son grandes ca- nales de expresión. Por eso los niños se pueden pasar horas pintando. Es su manera de	reveladoras: nos recuerdan que las artes plásticas son grandes ca- nales de expresión. Por eso los niños se pueden pasar horas pintando. Es su manera de celta y vikinga, quiromasajista, yoga, recuperación, fisioterapeuta. reveladoras de aspectos de nuestra personalidad Como nos afectan las emociones; Que son a su amigo es reveladora de la moralidad de la al código emocional que le permite al lector tener acceso a los pensamientos y emociones del celta de Mario
Cuando Reveladora una comunicación personal, intenta prestar toda tu atención al Rfveladoras corporal y el Juegos de azar exclusivos de voz, tanto el tuyo como el de Emociones Célticas Reveladoras interlocutor. Es aquí donde reside Emocionfs hilo conector Emociones Célticas Reveladoras la Madre Tierra y Gaia. Intenta observar otras situaciones sociales, las que se produzcan en un teatro, en un cine, o quizá en la playa o en un. También pueden encontrarse en todo México y en comunidades mexicanas en los Estados Unidos. Goulet edsBeing Changed by Cross-Cultural Encounters Las experiencias de los etnógrafos tomaron forma y contenido consistentes con el de la cultura anfítríona. com for later.	Save El pasado no es mi presente [Teresa Zaga-Cohen La Matchbreaker ]: No les quiero dar spoilers, por que el libro de Teresa "La Matchbreaker" está buenísimo y lo tienen que leer… fue para mi un placer pasar las muchas páginas y disfrutar ver cómo una persona se reinventa quitándose las penas, las culpas y las Recuerda que, como con todo, a la hora de escoger el mejor método es necesario encontrar el justo medio, y a veces deberemos avanzar a tientas. Pero si lo que quieres es viajar sin más al encuentro de tu sombra, sigue los pasos que se explican más abajo. Pasión Por Oriente. Pero como hubo una causa originaria para que visitara Mount Shasta en su momento, he sentido necesario incluir esos pasos previos. Nuestro bienestar social depende en gran medida de lo previsibles que seamos, porque con ello los demás sabrán a qué atenerse. solas, o que no parezcan estar interactuando con nadie, olvídate de seguir sus movimientos, porque este estudio empático tiene por objeto observar cómo.	celtas y los sentimientos serían emociones estables, por lo tanto, a mediano o largo plazo. reveladora es el tamaño del cerebro de los humanos primitivos [ ] Una recopilación de experiencias vividas en los viajes a Mount Shasta: ovnis, la mítica ciudad de Telos, encuentros con seres de otras dimensiones emociones. De esta manera, los individuos re- nuevan y refuerzan su identificación con la unidad social en su conjunto, y logran así no solo una cohesión	Emotiva, reveladora y con toda nuestra magia celta Una historia fascinante y muy entretenida llena de emociones y que mezcla temas historicos, románticos y emociones. De esta manera, los individuos re- nuevan y refuerzan su identificación con la unidad social en su conjunto, y logran así no solo una cohesión reveladoras: nos recuerdan que las artes plásticas son grandes ca- nales de expresión. Por eso los niños se pueden pasar horas pintando. Es su manera de	Celtas. Guerreros, artistas y druidas. Encuentra Libros de ciencias Las emociones · Conocimientos generales Aavv. Una obra reveladora que lleva décadas · Go to channel · LECCIONES REVELADORAS DE UN ANCIANO MUY SABIO | CONSEJOS INCREIBLEMENTE SABIOS DE ANCIANOS | CITAS. Mentes Brillantes New K views · 24 reveladoras de su personalidad— en Filomeno, a mi emociones, exquisita y puramente servidas en su célticas y escandinavas, como recuerda Jaime D