Propuestas Limitadas de Giros

Climate change has both an international and a national aspect. The former is linked to the degree of U. commitment to the world and multilateralism, while the latter basically is linked to promoting the fossil-fuel-industry economic sectors versus those in favor of renewable energy.

The Biden Plan is based on the idea that economic recovery, competitiveness, employment, and even social justice are all linked to each other and can only be achieved in the framework of a broad economic project and green investment.

This article assesses the political conditions the new administration will have for achieving its green plan and analyzes what its biggest obstacles and possibilities will be. Este capítulo revisa detalladamente la propuesta climática del presidente Biden que se plasma en dos documentos: el titulado The Biden Plan for a Clean Energy Revolution and Environmental Justice y The Biden Plan for a Clean Energy Revolution and Environmental Justice , así como en un discurso pronunciado durante la campaña, que se ubican en el seno de su estrategia general del rescate verde de la crisis económica y social en que se encuentra su país.

A la propuesta que estos tres elementos contienen de manera conjunta la vamos a llamar en este artículo el Plan Biden PB Biden y Harris, a. Dadas las especificidades del momento, también hay que tener en cuenta que a raíz de la pandemia -puesto que el paso de los nuevos virus del mundo animal al humano tiene mucho que ver con los impactos del cambio climático-, la necesidad de tomar medidas para frenar el calentamiento global se ha vuelto aún más urgente.

Este hecho, junto con lo que significa el manejo verde basado en la energía renovable, de la crisis económica y social en medio de la pandemia de Covid, implican que la importancia de combatir el cambio climático vaya en constante aumento. Para analizar qué posibilidades existen y qué dificultades pueden surgir para lograr los objetivos del presidente Biden, el artículo se divide en tres partes principales.

En la primera se hace una descripción de lo que la administración de Biden planea llevar a cabo respecto al cambio climático, con el fin de entender las conexiones de este asunto con otros pilares de su visión y enfoque general sobre el cambio que necesita Estados Unidos.

En la segunda parte se revisan los apoyos que el presidente Biden obtuvo durante su campaña y el proceso electoral mismo por parte de sectores sociales, como el movimiento Sunrise y su relación con el plan Green New Deal GND , así como la postura de los distintos sectores la industria.

En ambos casos se analiza cuál es la demanda, exigencia o la eventual objeción de estos actores y cuáles de ellos pueden ser retomados y satisfechos bajo el gobierno de Biden. En la tercera parte, se examina qué tan realistas son y de qué manera podría lograr la administración del presidente Biden sus objetivos y planes concretos respecto al cambio climático, así como cuáles son sus alcances, obstáculos y límites, en el marco de una administración demócrata en la cual, aparte del Ejecutivo, también se cuenta con la mayoría, aunque disminuida en el Congreso y con un muy estrecho margen en el Senado, y hay una tendencia conservadora en la Suprema Corte.

Las preguntas que guían este análisis son qué posibilidades tendrá y de qué capacidades dispondrá Biden para lograr sus metas climáticas propuestas, y por qué vía -administrativa, legislativa o judicial- buscará conseguirlo, en aras de construir los consensos y obtener el apoyo necesario, sobre todo en el caso de algunos puntos sensibles, como son, por ejemplo, el precio de carbono y el retiro del apoyo a los combustibles fósiles.

Tanto los resultados de las elecciones como las prioridades manifestadas por los electores muestran que no hay duda acerca de que la administración de Biden tendrá un respaldo amplio y, por tanto, un mandato muy firme para actuar sobre la crisis climática como una prioridad urgente.

Para atender el cambio climático cuenta con suficientes antecedentes y ha acumulado amplia experiencia durante su larga carrera. En la década de , como senador del estado de Delaware, presentó en el Senado el primer proyecto de ley sobre el clima y más adelante presidió la aplicación de la Ley de Recuperación de que invirtió noventa mil millones de dólares en energía limpia.

El discurso del todavía candidato Joe Biden sobre el cambio climático, pronunciado el 14 de septiembre de , es un buen resumen de su visión y sus intenciones políticas al respecto Bloomberg Quicktake , Señaló las cuatro crisis que a su juicio enfrenta el país: la pandemia de coronavirus, la crisis económica, la justicia racial y social, y el cambio climático.

El discurso, por un lado, subraya que la crisis climática no está aislada, sino que está vinculada con las demás crisis pues, en el marco de la pandemia, exacerba los riesgos para la salud; y por el otro, que los impactos del cambio climático son desproporcionados porque afectan en mayor medida a las comunidades de color, de menores ingresos, por lo que considera necesario introducir mejoras sustanciales en la aplicación correcta de la ley de justicia ambiental Biden, a ; Bloomberg Quicktake , Ante el negacionismo y falta de estrategia nacional del presidente Trump, Joe Biden apunta que el manejo del cambio climático requiere de una respuesta integral, estructurada, amplia y basada en la ciencia.

Menciona que mientras para Trump la inmigración fue la principal amenaza para los estadounidenses, para él las verdaderas amenazas son los incendios forestales, las inundaciones y los huracanes, y agrega que -desde una perspectiva de seguridad- el cambio climático también afectará las instalaciones militares.

En este sentido, Biden juzga que Trump falló en su deber más elemental: proteger a la nación, en muchos sentidos, tanto de la pandemia y la crisis económica como de la injusticia racial y del cambio climático.

En su discurso, Biden promete que su administración tiene la capacidad para solucionar la crisis climática y hace énfasis en que ello implica a su vez generar empleos, promover el crecimiento económico, llevar el país hacia una mayor competitividad económica, y además agrega que lo anterior podría aminorar la brecha de desigual- dad que afecta a la población negra, morena e indígena.

En ese sentido, enlista una serie de propuestas de acción climática, entre las que se encuentran:. Convertir a Estados Unidos en una nación moderna en materia de infraestructura hídrica, de transporte y energética.

Desarrollar infraestructura y estaciones de carga para vehículos eléctricos, ofrecer incentivos para los consumidores, así como generar un millón de nuevas fuentes de empleo en la industria automotriz. Establecer la ruta para lograr un sector eléctrico libre de contaminación por carbono para , y crear los mecanismos que aseguren que ninguna administración posterior pierda de vista ese objetivo.

Construir millón y medio de casas y unidades de vivienda pública energético- eficientes, lo que además contribuirá a aliviar la crisis de vivienda asequible que afecta sobre todo a las minorías más desfavorecidas. Los Civilian Climate Corps llevarán a cabo actividades seguras y basadas en la ciencia, tales como el manejo forestal, la restauración de humedales, la reparación de sistemas de riego deteriorados, la plantación de árboles, la restauración y protección de ecosistemas costeros, el aumento en la captación de carbono, en la remoción de especies invasoras; la mejora de los corredores biológicos para la fauna silvestre, la construcción de espacios de recreación en áreas naturales tales como rutas de senderismo, así como la revitalización de los paisajes terrestres y marinos para impulsar las actividades económicas Biden y Harris, a.

Como prueba de que su administración será capaz de alcanzar los objetivos propuestos, el discurso de Biden hace alusión a los logros de la administración Obama- Biden en la materia, e incluso se compromete a desempeñarse aún mejor, a través de la ejecución de políticas concretas y viables que pondrán el país en el camino de las cero emisiones netas para Cabe recordar que el compromiso de Obama era lograr sólo entre el 26 y el 28 por ciento de la reducción de gases de efecto invernadero.

Para tranquilizar a quienes consideran que el país no puede costear la acción climática apunta que, por el contrario, es una inversión pues, como señala a lo largo de todo el discurso, combatir la crisis climática significa, a la vez, atender las crisis de carácter económico y social.

Bajo la administración de Biden serán tres los pilares que deben cimentar el nuevo enfoque del gobierno federal para la política climática: las normas, las inversiones y la justicia. El PB, expresado en los documentos ya citados, sigue esta fórmula, al establecer propuestas concretas para un sector de electricidad por ciento libre de carbono para , ofrecer dos billones de dólares en inversiones para acción climática en los próximos cuatro años, con la promesa de que el 40 por ciento de esa cantidad fluirá hacia las comunidades desfavorecidas, atendiendo de esta forma también el aspecto de la justicia climática Stokes, Desde luego, el cumplimiento de estas promesas dependerá de la decisión del Legislativo acerca de autorizar o no las gran- des cantidades de fondos que ello requiere.

Este Sunrise Movement se conformó de manera oficial en , con ayuda de donativos de organizaciones como Sierra Club y otros trescientos cincuenta grupos más, bajo el liderazgo de jóvenes como Varshini Prakash, Dyanna Jaye y Evan Weber Nilsen, Hay que aclarar que esta iniciativa legislativa ambiciosa y amplia presentada por la congresista demócrata de tendencia radical Alexandria Ocasio-Cortez AOC , del ala izquierda del partido en , pretende cambiar radicalmente la economía estadounidense a la vez que luchar contra el cambio climático, combatir la desigualdad y crear muchos nuevos empleos.

Una propuesta de tal envergadura generaría un costo de decenas de billones de dólares a lo largo de no más de diez años. Durante la principal finalidad del movimiento era posicionar el cambio climático como un tema significativo en las elecciones estadounidenses, a fin de que lleguen al poder políticos que apoyen e impulsen su agenda.

Entre sus acciones se encuentra organizar diversos actos de desobediencia civil tales como marchas, huelgas y la ocupación de oficinas de políticos. Cabe mencionar que en el pasado el movimiento ganó mayor visibilidad cuando, en , irrumpió en la oficina de Nancy Pelosi, congresista y lideresa de la mayoría demócrata, con el fin de demandar acción climática inmediata, y que fue precisamente cuando el Sunrise ganó el reconocimiento de Alexandria Ocasio-Cortez Nilsen, Una de las actividades más emblemáticas del movimiento es el respaldo político Sunrise political endorsements , que se concreta en forma de declaraciones públicas de aprobación a un candidato para un cargo de elección popular que, de ganar, impulsaría la agenda de Sunrise , ya sean legisladores, gobernadores u otros.

Los candidatos que obtienen el respaldo son anunciados en las redes sociales y el sitio web del movimiento, e incluso pueden obtener de él recursos para su campaña, ya sean de tipo humano o financiero. Entre los políticos electos a los que han otorgado su respaldo se encuentran por ejemplo la misma Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib, Ayanna Presley e Ilhan Omar, por mencionar sólo algunos Sunrise Movement, b.

Así, en noviembre de , el movimiento anunció que llevaría a cabo un proceso nacional para decidir si otorgaba el respaldo político a algún candidato o candidatos para las elecciones de a la presidencia Weber, Como resultado, el único candidato que logró el respaldo de Sunrise fue Bernie Sanders quien consiguió una aprobación del 76 por ciento, mientras que Joe Biden sólo consiguió un 0.

Sin embargo, más tarde cuando Sanders declinó su candidatura a la carrera presidencial otorgando su respaldo a Biden, se anunció la creación de las Biden-Sanders Unity Task Forces , de las cuales Varshini Prakash formó parte como encargado de la cuestión climática, y tuvo el objetivo de unificar y fortalecer al Partido Demócrata.

De ahí emanaron una serie de recomendaciones, de manera que Biden se vio obligado a incrementar el grado de ambición de su plan climático, e incluyó la meta de generación de energía limpia para , las cero emisiones netas para y la inversión de dos billones en energía limpia, entre otras cosas.

Así fue como se gestó el proceso a través del cual -y a pesar de que el Sunrise Movement inicialmente no otorgaba el respaldo político a Biden- finalmente comenzó a brindarle su apoyo públicamente y a hacer campaña a su favor Griggs, De acuerdo con su sitio web, el movimiento tuvo un impacto considerable en las elecciones primarias y generales, dado que logró contactar a millones de votantes jóvenes a través de mensajes de texto, llamadas y correos, y así persuadirlos sobre su voto.

Particularmente, en distritos clave para las elecciones legislativas tanto del Senado como de la Cámara de Representantes, el movimiento se atribuye, además, el haber sido fundamental para la victoria de Biden en una serie de estados cruciales para la presidencia: Arizona, Nevada, Pennsylvania, Michigan, Wisconsin y Georgia Sunrise Movement, d.

Estudios independientes confirman también el impacto del Sunrise Movement en los votantes; de acuerdo con Cohen, Sunrise Movement , junto con otros como March for Our Lives y United We Dream , movilizaron a millones de jóvenes para votar por Biden y, así, jugaron un rol importante para su victoria.

Este estudio reveló que entre el 52 y el 55 por ciento de los jóvenes estadounidenses de entre dieciocho y veintinueve años con posibilidad de votar participaron en las elecciones. Esta cifra ha sido la más alta de la que se tenga registro; como referencia, en las elecciones de sólo votó entre el 42 y el 44 por ciento de los jóvenes.

En los estados clave que definieron el resultado de la elección, a saber, Michigan Georgia, Arizona y Pensylvania, Biden obtuvo más votos de los jóvenes que Trump. Aunque, en general, el voto de los jóvenes fue crucial para la victoria de Biden, fueron especialmente importantes el apoyo de los jóvenes afroamericanos, latinos y asiáticos.

El 87 por ciento de los jóvenes afroamericanos, el 83 por ciento de los asiáticos y el 73 por ciento de los latinos votaron por Biden; en contraste, fue sólo el 51 por ciento de los jóvenes blancos que dio su apoyo a Biden CIRCLE, Varios expertos han considerado que las constantes declaraciones de Biden respecto del cambio climático fueron importantísimas para el aumento de su preferencia entre los jóvenes entre mayo y octubre del año electoral.

Asimismo, se señala que su alusión a la justicia ambiental da cuenta del enorme apoyo recibido por parte de los jóvenes de color Cohen, En consecuencia, una vez electo Biden, Sunrise no ha dejado de ejercer presión para que se atienda la crisis climática con la atención que merece; por ejemplo, ha recomendado la creación de una Office for Climate Mobilization para la coordinación de las diversas agencias federales, e incluso en su sitio web se puede encontrar una lista con los funcionarios que los miembros del movimiento consideran idóneos para conformar el gabinete.

Señalan también que para recomendar funcionarios tomaron en cuenta criterios tales como no tener lazos con compañías de combustibles fósiles, la urgencia con la que atenderían la crisis, así como su etnicidad obedeciendo a cuestiones de representatividad Sunrise Movement, e.

No obstante, tras los primeros anuncios y nombramientos, Prakash hizo saber que se sentía decepcionada por el nombramiento de Cedric Richmond como asesor principal, pues éste ha recibido fondos provenientes de compañías de combustibles fósiles. Prakash dijo también que Sunrise ya ha empezado a trabajar con miembros del gabinete de Biden, pero que además planea ejercer presión externa y que en caso de que Biden no cumpla con sus promesas climáticas, se organizarán bloqueos, se tomarán las calles y se apoyarán las campañas primarias de demócratas en su contra Mosley y Hagan, Los líderes del movimiento dijeron que si hace falta también van a presionar a Biden para que use sus poderes ejecutivos y empiece a movilizar la acción climática mediante órdenes ejecutivas Brooks, Es interesante mencionar que Biden nombró a Deb Haaland como Secretaria del Interior, y es el primer miembro indígena del gabinete a cargo de esa secretaría.

Ella era precisamente a quien Sunrise había señalado como el personaje idóneo para el cargo por su defensa de la causa indígena y el apoyo que ha dado a la creación de empleos en energías renovables y, en general, al GND Sunrise Movement, e.

En sus redes sociales, el movimiento celebró el nombramiento, además de que lo atribuyó a la presión que hizo sobre Biden. El plan climático de Biden refleja su intento para ganar la confianza de aquellos votantes de izquierda quienes exigen mayor acción climática, pero sin perder los votos de aquellos que son más moderados.

En este sentido, vale la pena compararlo con el GND que fue uno de sus nutrientes. Indudablemente se pueden encontrar similitudes entre ambos, toda vez que el PB se mejoró con algunas de las recomendaciones hechas por la Biden - Sanders Unity Task Force que integraba, entre otras, a personajes como Alexandria Ocasio-Cortez y Varshini Prakash.

En el primer debate presidencial, Joe Biden señaló que no apoyaba el GND y, en cambio, apoyaba lo expuesto en su plan sobre infraestructura Biden Planto Build a Modern, Sustainable Infrastructure and an Equitable Clean Energy Future que, en opinión de Berardelli, es mucho más limitado y menos agresivo que el GND Berardelli, En otras palabras, Biden reconoce el GND , pero no lo adopta de todo en aras de retener la simpatía y el apoyo de los sectores menos radicales Berardelli, ; Lavelle, a.

De manera resumida, Biden propone realizar una inversión de más de dos billones de dólares en cuatro años, lo cual abarcaría inversiones de largo alcance en los sectores de infraestructura, industria automotriz, transporte, sector energético, construcción, vivienda, innovación, agricultura, conservación y justicia ambiental; a la vez que aseguraría que estas inversiones crearan buenos empleos -incluidos para mujeres y personas de color- y que contribuyan a la expansión de la clase media del país Biden y Harris, a.

El GND , por su parte, es más radical, lo que se puede apreciar desde sus cinco objetivos: 1 lograr las cero emisiones netas a través de una transición justa, 2 crear millones de buenos empleos y bien pagados para todas las personas, 3 invertir en infraestructura e industria de manera sustentable, 4 asegurar que las generaciones futuras gocen de agua y aire limpios, resiliencia, alimentación sana, acceso a la naturaleza y un ambiente sustentable, y 5 promover la justicia y la equidad, eliminando la opresión sobre las comunidades indígenas y de color, migrantes, pobres, jóvenes, mujeres, entre otros grupos desfavorecidos.

Para el logro de estos objetivos, el GND fija un periodo específico de diez años, y propone de forma muy general proyectos en torno a construcción, energía, manufactura, agricultura, alimentación, resiliencia, transporte, ecosistemas, educación, investigación y desarrollo, salud, por mencionar algunos U.

Congress, Sin embargo, no es del todo posible comparar de manera objetiva el plan climático de Biden con el GND , ya que, mientras el segundo es una resolución, es decir, una propuesta legislativa amplia, el PB es un plan de acción específico.

En ese sentido, aunque el GND menciona los objetivos a los que aspira, no especifica con detalle cómo se alcanzarán. Se puede observar una serie diferencias que pueden encontrarse entre ambos.

En primer lugar y en cuanto al costo, se ha estimado que el GND generaría decenas de billones de dólares, erogados a lo largo tan sólo de diez años. En contraste, el PB tiene un costo de dos billones de dólares erogados en cuatro años, lo cual, aunque es significativo, es muy poco comparado con otras inversiones, como por ejemplo, las medidas de recuperación económica por el coronavirus.

En segundo lugar, el PB se concentra esencialmente en el cambio climático, atendiendo asuntos relacionados como son los empleos, la vivienda y la justicia ambiental, mientras que el GND comprende reformas más amplias a lo largo y ancho de toda la economía estadounidense, incluyendo el sector salud Berardelli, Por otra parte, en cuanto a la creación de empleos y el otorgamiento de vivienda, el PB se queda corto, pues sólo pretende crear millones de nuevos empleos y construir millón y medio de unidades de vivienda; el GND aspira a proveer de empleos con buenos salarios, así como de viviendas asequibles, seguras y adecuadas, a todos los estadounidenses Berardelli, ; Lavelle, b.

Finalmente, respecto a las emisiones, el GND es mucho más agresivo: mientras que el PB se propone lograr un sector energético libre de carbono para el , el GND , en diez años. Asimismo, el fracking es una cuestión básica en la que ambos difieren, y aunque el GND no lo menciona explícitamente, lograr sus objetivos sin duda implicaría su prohibición.

En contraste, Biden señaló durante su campaña que no pretende prohibir el fracking , teniendo en cuenta que constituye una fuente de empleos, especialmente en Pennsylvania, pero sí habló de no permitirlo más en territorio federal. En suma, el plan de Biden es más limitado, menos costoso y mucho más concreto Berardelli, No cabe duda que la agenda climática de Biden y la forma en que ésta impactará a la industria son de vital importancia para las compañías de todo tipo; todos los sectores empresariales, ya sea directa o indirectamente, quedarán afectados.

Así, se destaca que la industria de electrodomésticos tendrá que ajustarse a nuevas regulaciones de energía verde, principalmente, las de eficiencia energética. Por su parte, la industria de la construcción tendrá que incorporar los requisitos de las certificaciones leed leadership in energy and environmental design sobre edificaciones sustentables, pues probablemente éstos serán incorporados en las regulaciones federales, ya sea para la construcción federal o la privada Gardella, En lo concerniente a la industria automotriz, se espera que se traerán de vuelta los estándares de emisiones que la administración de Obama introdujo en los Corporate Average Fuel Economy Standards e incluso, que éstos se vigorizarán.

Se cree que Biden no encontrará mucha oposición por parte de la industria ya que cuando Trump eliminó dichos estándares, gran parte de las empresas se sujetaron de manera voluntaria a los estándares más estrictos, puesto que ya habían invertido en la tecnología y en los procesos industriales.

Además, se supone que los incentivos que dará la administración de Biden las impulsará aún más a sujetarse a las nuevas reglas Gardella, En cuanto a la industria del petróleo y del gas, se espera que se impondrán límites a las emisiones de metano en la producción y que se incrementarán los impuestos que Trump había reducido, lo cual se cree que no será aceptado fácilmente por la industria y posiblemente se discuta en cortes estatales y federales Gardella, Ante los posibles cambios venideros, hasta ahora la reacción de la industria ha sido diversa.

La mayoría de nosotros sabemos algo acerca del ex-planeta Plutón, del Partenón griego o de nuestro páncreas, en virtud de los discursos sígnicos una fotografía, un esquema, una descripción construidos alrededor de aquellas realidades, no a partir de nuestra experiencia sensible respecto a las mismas.

Esto no les resta realidad, pero sí relativiza nuestro conocimiento a sus formas de representación, es decir, a partir de los signos que las nombran y caracterizan. Esto lo sabe, por ejemplo, el estudiante de medicina, que estudia síntoma y diagnóstico para el examen como un conocimiento general y abstracto, sin la necesidad de hacer una búsqueda in situ de cada enfermo efectivo y cada patología presentada.

Planteada de esta forma -y solo de esta forma- la realidad del mundo es pues resultado de nuestras capacidades para percibirla, registrarla e interpretarla, a partir de ciertos criterios más o menos convencionales que sirven como parámetros comunes, esto es, como vasos comunicantes para afirmar de forma aceptable cierta realidad una vez percibida, esto es, juzgada.

Más razonable es tratar de establecer si la representación en perspectiva, para emplear una expresión favorita del operacionismo, funciona o no como representación plausible, no de una realidad genérica, sino antes bien de nuestra percepción de la realidad. Lo que persigue la reflexión sígnica, de acuerdo con esta acotación, es determinar la plausibilidad de la representación, no de la realidad irreductible per se , sino de nuestra percepción acerca de la realidad.

De esta forma, los signos existen necesariamente en cualquier sistema de comunicación, como vehículos de cierta perspectiva aceptable de realidad. El pensamiento no es comunicativo por sí mismo, pues no implica necesariamente una forma de expresión.

Sin embargo, toda forma de pensamiento necesita una estructura sígnica que le dé sustento. Esta estructura, no está de más decirlo, no se presenta como un sistema independiente, mero contenedor de la sustancia pensamental contenida.

El vínculo entre el conocimiento y sus códigos expresivos se presenta como una interrelación por la que el saber termina representando la realidad en sus propios términos, de acuerdo con determinados parámetros, de tal suerte que la especialización individual representa lo mismo la experiencia del sujeto que estructuras de pensamiento individualizadas.

De ahí las retóricas disciplinarias; de ahí los estilos literarios. Por el ejercicio de la vida cotidiana, la observación se presenta como el primer mecanismo de acercamiento a la realidad. Vamos por el mundo reconociendo lugares, rostros, formas o textos en un ejercicio recurrente, casi mecánico, más relacionado con lo sensorial que con lo especulativo.

La vista cotidiana -a diferencia de la mirada entrenada del antropólogo o la mirada crítica del curador de arte- nos permite vivir buena parte de la vida a partir de esta apreciación primera, inmediata del mundo.

Reconocemos al mundo en la medida en que éste se asemeja a sí mismo, toda vez que lo hemos experimentado previamente. Por lo tanto, cualquier fenómeno, para poder ser entendido como signo de otra cosa, y desde un cierto punto de vista, ante todo debe ser percibido.

Existe, sin embargo, un universo de conocimientos construidos sobre esta percepción primaria, pero no limitados a la misma. A partir de que los seres humanos nombramos al mundo, construimos un entramado de mediaciones con él a través de palabras, gestos, dibujos o sonidos que, una vez convencionalizados, pueden servir de enlace para referir los objetos del mundo, por una parte, y para socializar nuestro saber respecto a esos objetos, por la otra.

La visión del propio Eco, a lo largo de los años, se desplaza de la proposición de una semiótica estructural de fines analíticos, a un semiótica interpretativo-explicativa al filo de lo epistémico. Esto es, se pasa de una estructura metodológica tendiente al desglose del objeto significante a partir de sus rasgos estructurales, a la constitución de un modelo de construcción del conocimiento basado en el grado de consciencia respecto al código mismo y sus procesos de recepción.

Conforme nos desarrollamos como especie y, habría que decirlo, mediante un proceso bastante sofisticado de abstracción y recurrencia, concebimos la posibilidad de reflexionar no solamente en las realidades del mundo, sino además en aquellas estrategias de mediación que nos permiten dar cuenta de nuestras múltiples percepciones y de las diversas formas que como individuos y sociedad concebimos para expresarlas.

Pensar sobre la forma en que pensamos. Expresarnos acerca de nuestras formas de expresión. Surgen así las cavilaciones sobre signo y lenguaje con un carácter metarreflexivo, en tanto que vehículos de análisis del propio código utilizado.

De las aproximaciones al signo en la Grecia clásica a las visiones contemporáneas de Eco respecto a la semiótica epistémica, la reflexión general respecto al mundo y sus formas de representación tienen, en todos los casos, un carácter peculiar como observaciones indirectas, no relacionadas propiamente con los objetos del mundo, sino centradas en los ejercicios de observación y expresión de estos objetos.

Así, la disquisición sígnica se presenta siempre como observación de segundo orden. El mundo inmediatamente dado no se puede eliminar, aunque el filósofo dude acerca de si existe tal como aparece -y exprese dudas a través de la suspensión del juicio […].

Queremos designar la observación de observaciones como observación de segundo orden. Cuando desde un campo disciplinar se observa un objeto de estudio cualquiera, ya digamos los componentes de una célula animal o las variaciones de consumo en un sistema de mercado, nos encontramos con reflexiones de primer orden, en la medida en que un investigador observa ciertos fenómenos de su interés.

Cuando hacemos observación semiótica, en contraste, no observamos directamente al objeto de estudio -no con fines de especialización disciplinar, cuando menos-, sino a aquellos indicios utilizados como formas de representación del referente.

En tanto objetos construidos -observables- lo que observamos es tanto aquellos objetos como la mirada con que estos son observados. Este proceso de doble observación, necesario al giro semiótico, implicará un permanente trabajo de metarreflexión como estrategia de construcción del conocimiento, y un trabajo también permanente de ajuste de los criterios de observación, reactivos siempre tanto a las transformaciones del objeto de conocimiento como a las condiciones mismas de la observación.

Se trata, pues, de un proceso de observación modelada. En este sentido, el conocimiento se construye a partir de un movimiento oscilatorio que fluctúa entre la percepción inmediata que constituye el saber inmediato, y la reflexión especular -que se contempla a sí misma- como elementos inherentes a procesos de observación e interpretación del objeto -y del proceso- observados.

Por el llamado sentido común es que vivimos la mayor parte de nuestras experiencias vitales. En tanto nos instalamos en la cotidianeidad, sabemos cómo vestirnos para ocasiones diferenciadas, qué alimentos combinan entre sí, cómo debemos comportarnos en un salón de clases o qué hacer si se nos derrama el café en la camisa.

La doxa es el conocimiento social común. Se trata de un constructo que se basa mayormente en la recurrencia, acaso en la semejanza, un poco a la manera como anteriormente describimos se construye la semiosis perceptiva, esto es, por reconocimiento más o menos inmediato del entorno sensorialmente perceptible, y sobre la base de una organización simbólica de la realidad comprendida como natural o deseable.

Este conocimiento acumulativo, que se estructura por sumatoria y se consolida por decantación, existe además como un sistema sígnico, como una red de redes de significación por las que el conocimiento se convierte en un entramado que resulta antecedente, filtro y parámetro reconocido y cercano para vincularse con la realidad, con esa realidad que es también producto cuando menos producto percibido de aquella misma doxa.

Este conocimiento se construye por la vía de la experiencia cotidiana, del enfrentamiento con el día a día, que por acumulación dinámica constituye experiencia colectiva, luego devenir histórico. Así, este conocimiento social común se constituye como un parámetro frecuente que no inmediato para construir aquel acceso a la realidad a partir de sus criterios convencionales de lectura, interpretación y acción.

Se trata de sistemas de significación constituidos a partir de la apropiación de códigos de lectura que, a pesar de no ser visibles y, sobre todo, de no ser concientizados por los individuos, constituyen campos semiosféricos socialmente normados y normalizados, asumidos como deseables, obvios o naturales.

En este sentido, todo campo semiosférico será, en tanto categoría de análisis significativa, un recorte de realidad. Por otra parte, los paradigmas de la ciencia implican estructuras de discernimiento basadas en principios lógicos generales, autocontenidos dentro de un sistema reconocido y sometidos a protocolos de validación también estipulados y aceptados convencionalmente.

La relación entre doxa y episteme resulta mucho menos rígida de lo que se pudiera pensar a partir de estos deslindes. En la práctica, el conocimiento cotidiano, y con él el lenguaje social común, está impregnado por saberes nacidos del conocimiento científico, y éste último se encuentra jaspeado por intuiciones más relacionadas con el sentido común que por protocolos sistematizados.

Hablamos, por ejemplo, de la sabiduría popular evidenciada en los proverbios, en el primero de los casos, o en la metáfora frecuente en el discurso científico, en el segundo.

En última instancia, existe un área liminar, intermedia, entre estas dos formas de construcción del conocimiento. Es ahí donde aparece la duda, y donde se concibe la construcción de conocimiento. Es el espacio en el que el científico observa, recapitula, se cuestiona y avanza; es el momento en el que cobra conciencia sobre su propio discurso, lo enjuicia y encuentra vías alternas de discernimiento y, en última instancia, de expresión.

Expresión que, necesariamente, se traduce a través de procesos sígnicos de representación. A partir de estas ideas, si afirmamos que el pensamiento se construye con base en referencias de realidad, y sostenemos que la realidad existe a partir de nuestras capacidades para traducir la percepción, terminaremos afirmando que cualquier conocimiento se basa en sistemas de signos que funcionan como mediadores de sentido, desde eso que llamamos sentido común, hasta el más especializado discurso de carácter científico.

En todos los casos, se trata de sistemas de codificación que funcionan como sistemas de lectura, como entramados construidos sobre la base de una estructura de significación considerada como aceptable, legítima y pertinente.

Las objetivaciones comunes de la vida cotidiana se sustentan primariamente por la significación lingüística. La vida cotidiana, por sobre todo, es vida con el lenguaje que comparto con mis semejantes y por medio de él.

Por lo tanto, la comprensión del lenguaje es esencial para cualquier comprensión de la realidad de la vida cotidiana parafraseando a Berger y Luckman.

La realidad se sustenta, de acuerdo con esta visión constructivista, en sistemas de signos, y cualquier intercambio de estos implicará no solamente desplazamiento cambio de plaza de información, sino además, fatalmente, un proceso de interacción social, por el que el signo se reconfigura, enriquece y desgasta a partir de procesos de paráfrasis, transcodificación, equivocación, interpretación o sobreinterpretación, dependientes tanto de los participantes en el proceso semiósico, como de las circunstancias peculiares de enunciación.

Este carácter situacional del signo implicará necesariamente la determinación contextual de un aquí y un ahora, y con ello una perspectiva de campo que lo posicione a partir de cierta lógica, de ciertos códigos de lectura compartidos y aceptados como pertinentes y legítimos.

Tendremos entonces que considerar el emplazamiento disciplinar del signo. La ubicación del signo en el marco de un campo disciplinar implicará una toma de posición respecto a aquella plausibilidad antes mencionada -la de la apropiación del signo, su forma y contenido-, como norma de interpretación convencional, aceptada y aceptable en términos de reconocimiento y legitimación dentro de un dominio disciplinar dado.

De esta forma, en cualquier proceso de construcción de conocimiento, los posicionamientos epistémico, teórico o metodológico, implicarán siempre problemas de codificación.

En este sentido, es necesario considerar el carácter complejo de las condiciones de apropiación y utilización del signo como gestor del conocimiento. Las reflexiones disciplinares se relacionan con una apuesta de especialización específica, vinculadas a objetos de estudio concretos y con dominios de interés autoconscientes y autocontenidos.

Sucede que, dada su naturaleza omnipresente tanto en los objetos de conocimiento observados como en las lógicas y estructuras de observación, el signo resulta necesariamente modelado a partir de procesos de codificación diferenciados, heteróclitos y superpuestos.

Piénsese en el ejemplo paradigmático que recuerda Clifford Geertz respecto a la diferencia entre tic y guiño: en términos significantes, esto es, en tanto estímulos perceptibles visualmente, se trata de fenómenos idénticos.

Sin embargo, ambos sucesos tienen significaciones profundamente diferenciadas. En el ejemplo podemos pensar, cuando menos, en tres procesos de codificación alternos: uno vinculado a la lectura semioestésica de la expresión facial representada en el tic; otro relativo a la función fática evidenciada por el guiño en tanto signo de complicidad; y uno más asociado a la explicación de corte antropológica propuesta por el propio Geertz.

Tenemos, pues, un triple proceso de codificación, a partir de la puesta en juego de tres visiones diferenciadas y yuxtapuestas entre sí. Desde esta perspectiva, tanto el conocimiento surgido de la doxa como de la episteme implican procesos de codificación y, por tanto, entramados de desciframiento e interpretación.

Estos procesos se dan a partir del uso de múltiples claves de lectura, de tal suerte que se establece un diálogo entre distintos sistemas sígnicos, que terminan construyendo una visión tan heterogénea como sus perspectivas de origen. Esta lógica de acción conlleva procesos de negociación entre métodos y razones disciplinares distintas, lo que conlleva la permeabilización de los dominios, al incluir normas y categorías externas o planteadas externamente , sin que necesariamente se lleguen a modificar sus paradigmas discursivos o lógicas de acción.

El gran reto de este enfoque epistémico consiste en afrontar, no como estrategia sino como paradigma, no solo la posibilidad sino la inmanencia del Otro, de las visiones alternas a la propia, como elementos consustanciales al proceso de construcción de conocimiento.

Aquel desafío, comprendido no solamente como problema epistémico, sino planteado además por sus implicaciones eminentemente prácticas, conduce directamente al posicionamiento interdisciplinar como un modelo de trabajo que permite asumir aquella intersubjetividad como lógica de razón y como principio de acción.

En estos casos, la construcción de aquel objeto de conocimiento se da precisamente a partir de los procesos de negociación de dominios y de mediación entre distintos sistemas de codificación. Nos referimos, pues, no solamente a una forma conjunta de construir objetos de conocimiento complejos, sino -y quizás sobre todo-de una estrategia que implica una toma de consciencia respecto a las lógicas y lenguajes del Otro y de cada campo, en una búsqueda de adecuación de los parámetros de ponderación lo mismo que de discursos compartidos.

Los estudios sobre interdisciplina se encuentran necesariamente relacionados con la reflexión sobre las implicaciones de lo disciplinar en los procesos de construcción del conocimiento.

El paso de la visión disciplinar a una perspectiva de fronteras permeables en la construcción de los estudios interdisciplinares se da a partir de la socialización de la reflexión científica sobre el conocimiento. Así, el énfasis en el carácter definitorio de estos vínculos entre distintos niveles de una misma disciplina, en una disposición vertical de la misma, pueden ser las bases para el replanteamiento de una visión horizontal del conocimiento; los vínculos entre distintos campos semiosféricos, en tanto recortes de realidad, además de ser los contornos que definen lo disciplinar, resultan ser también las zonas fronterizas en las que, en virtud de la porosidad de dichos linderos, será posible la constitución de un discurso interdisciplinar, por el que dos o más perspectivas discursivas distintas encuentren un espacio de construcción conjunta del conocimiento, ya no por decantación o sumatoria, sino por procesos de integración mediada del conocimiento.

Ninguna investigación particular tiene la capacidad de integrar diferentes disciplinas. Una visión interdisciplinaria del signo implicará entenderlo como un objeto cultural complejo, situado en un contexto específico y puesto en marcha a partir de una situación comunicativa concreta.

Haremos uso de la noción de complejidad como una vía explicativa acerca de la forma en que actúan estos dispositivos sígnicos y sus condiciones pragmáticas peculiares.

Además de la heterogeneidad, la característica determinante de un sistema complejo es la interdefinibilidad y mutua dependencia de las funciones que cumplen dichos elementos dentro del sistema total. Las condiciones peculiares de existencia del signo como parte de un fenómeno pensado en términos inter disciplinares, entrañan un recorte de realidad -campo semiosférico- que funciona como una totalidad organizada de manera que sus elementos forman un entramado de objetos sígnicos interdefinidos.

Así, aquellos recortes de realidad existen a su vez como realidades perceptuales construidas y determinadas tanto por las lógicas de su propia constitución, como por las claves de lectura propias del sujeto que las pondera. Las peculiares condiciones de realización vinculadas a un proceso de significación resultan fatalmente interdependientes dentro de ese proceso, en tanto que partes complementarias de un mecanismo de producción del sentido; así las intenciones enunciativas y expectativas de recepción de los sujetos, convergencias espacio-temporales, marcos normativos, acuerdos éticos o utilización de códigos compartidos representan un conjunto de relaciones que definen la estructura del sistema de formas recíprocas: el cambio de cualquiera de estos elementos entrañará una necesaria modificación en el proceso de construcción del sentido.

Si algo se ha reprochado al llamado giro semiótico como enclave o perspectiva de carácter epistémico, ha sido su naturaleza relativizante, su afán por utilizar la malla de los signos como una película que recalibra la observación, que filtra el conocimiento a través de redes de codificación y que, finalmente, propone parámetros -y con ello resultados- convenientes al modelo y perspectivas de quien proponga la pesquisa correspondiente.

A lo largo de este artículo, hemos buscado mostrar la forma en que aquella perspectiva -la semiótica, o de forma más precisa, la semiósica- permite sobre todo estructurar parámetros de validación del conocimiento a partir de una toma de conciencia sistematizada respecto la utilización de criterios de modelización de las unidades y lógicas de observación, de las interacciones productivas entre doxa y episteme, o de la apropiación de estructuras interdisciplinarias que objetiven la observación y crucen criterios y lógicas de construcción del sentido.

A partir de estas premisas, es posible proponer algunas consideraciones a manera de conclusiones procesales, esto es, de hallazgos resultantes que son, siempre y necesariamente, puntos de llegada lo mismo que ventanas que se abren:.

La realidad existe, no únicamente pero sí permanentemente, a partir de sus formas de representación. En este sentido, cualquier entorno de realidad está constituido por sistemas de significación que no solamente determinan sus lógicas de existencia y acción, sino que lo definen como un entramado de codificación relativo tanto a sus estructuras internas como a los modelos que sean utilizados para su ponderación.

La observación no es una cualidad natural, sino un constructo derivado de un proceso de percepción que implica lo mismo sensorialidad que conocimiento e intuición. La utilización de modelos de percepción semióticamente conscientes permite construir modelos de observación de segundo orden, capaces de incluir en las lógicas de funcionamiento aquellos criterios de adecuación relativos a las transformaciones del propio modelo, fatalmente condicionado a sus marcos de observación.

La relación objeto-mirada es recíproca: la mirada enmarca y juzga al objeto; el objeto determina y amolda a la mirada. Todo modelo de observación deviene determinada forma de representación. Cualquier acercamiento a un campo semiosférico implicará, en este sentido, procesos de interacción intersubjetivos, por los que el conocimiento, más allá de su procedencia, se convierte en funtivo de funciones comunicativas operativamente dinámicas y estructuralmente complejas.

Las interacciones entre la totalidad del objeto sígnico estudiado y las partes que lo componen no pueden ser analizadas fraccionando el sistema en una suma de elementos parciales acumulados, sino como elementos interrelacionados, interdependientes e interdefinibles.

Asumir esta condición peculiar del campo semiosférico como sistema complejo nos conducirá directamente hacia un enfoque resolutorio que permita construir modelos de análisis que asuman aquella diversidad como parte fundamental de los fenómenos semiósicos.

Establecer la noción de complejidad como un paradigma explicativo de todas aquellas visiones diversas implica una toma de postura. Asumir, en todo caso, esta postura no como una obviedad sino como una estrategia aproximativa a cualquier sistema de comunicación, nos brinda la posibilidad de pensarlo como conjunto abarcable en sus lógicas y mesurable sus procedimientos.

Comprender el carácter sistémico de cualquier proceso sígnico nos brindará la posibilidad de acotarlo a partir de sus lógicas de estructuración, de sus normativas de codificación, de sus zonas limítrofes y condiciones pragmáticas de recepción.

Establecer sus bases epistémicas nos permite esclarecer las lógicas paradigmáticas que lo sustentan, sus procedimientos de construcción y el trasfondo cognitivo de sus objetos. Identificar, explicar y ponderar las relaciones entre estos niveles, será el fin último de este análisis, en tanto que reflexión sistematizada respecto a las observaciones hechas al signo.

Becerra, G. Athenea Digital. Cárcamo Landero, S. pdf [ Links ]. Eco, U. Kant y el ornitorrinco. Barcelona: Penguin Random House [ Links ]. García, R. Sistemas complejos.

En Bolivia, la expansión de la cobertura de los servicios financieros y la profundización del Mercado Financiero Rural en cuanto a la diversificación de Más en Pagar · General · Acceso a la cuenta · Saldos de la cuenta · Opciones y acciones de pago · Registros tributarios · Avisos y cartas · Robo de identidad y fraude Los SPP se clasifican en (i) Giros Nacionales, (ii) Giros. Internacionales y (iii) Otros servicios que la UPU clasifique como tales. Los giros

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Hasta qué lo logramos - Liss Pereira La exigencia Limitwdas a partir del debió haber avisado el término Participación inclusiva en las apuestas giro con anterioridad. Metadata Show full item Propuestas Limitadas de Giros. Por dr parte, la industria de la construcción tendrá que incorporar los requisitos de las certificaciones leed leadership in energy and environmental design sobre edificaciones sustentables, pues probablemente éstos serán incorporados en las regulaciones federales, ya sea para la construcción federal o la privada Gardella, México: Universidad Nacional Autónoma de México, , Preguntas frecuentes sobre la cuenta en línea

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